Veteranos Garrapinillos 0 Athletic Rompeolas 2
Alimentan el sueño del ascenso
El Athletic Rompeolas se impone al Veteranos Garrapinillos con dos goles de Arrébola y Posadas y un par de paradas claves de Pablo
A falta de dos jornadas, el conjunto naranja ya es cuarto, igualado a 43 puntos con La Tasquilla de Ramona y Vicente, y a dos del Atlético Batán. El San Miguel es ya nuevo equipo de Primera Laboral
Veteranos Garrapinillos 0
Forcén; Capapé, Lacabe, Diego García, Néstor García; Carlos Urrea, Embid, Buil (Garza, 70), Raúl Blasco (Alberto Urrea, 58); Israel Blasco, Cambra.
Athletic Rompeolas 2
Pablo; Ernesto (David Orcajo, 56), Arrébola, José Antonio, Kike (Ángel, 75); Julio (Mario, 27), David González, Héctor, Joaquín, Coke; Posadas.
Goles: 0-1, min. 60: Arrébola, de cabeza. 0-2, min. 70: Posadas.
Árbitro: Ángel Yubero, asistido en las bandas por Rubén Moreno y Francisco Blanco. Mostró una única cartulina amarilla al jugador local Diego García.
Incidencias: Partido de la jornada vigésimo cuarta de Segunda Preferente disputado en el terreno de juego de Santo Domingo de Silos por la lluvia caída el día anterior. El responsable del campo de San Lorenzo, escenario donde el Veteranos Garapinillos acostumbra a jugar como local, no autoriza su uso en cuanto se producen precipitaciones. El choque contó también con dos jueces de línea por decisión federativa, una medida extendida al resto de partidos donde había cosas importantes en juego. El capitán del Athletic Rompeolas, Julio, tuvo que retirarse lesionado en el minuto 27 por un pisotón en su pie izquierdo que le dejó el dedo meñique maltrecho.
SANTO DOMINGO DE SILOS. El Athletic Rompeolas llegará a las dos últimas jornadas de la Segunda Preferente metido de lleno en la pelea por el ascenso a Primera Laboral tras su triunfo frente al Veteranos Garrapinillos (0-2), un nuevo éxito fraguado en la solidez defensiva del ya segundo conjunto con menos goles encajados de la categoría (30 en 24 partidos), la paciencia de un grupo convencido de lo que hace y el determinante acierto arriba del tercer equipo menos realizador (35 tantos).
Las opciones de asomarse a Primera con 43 puntos son cosa de las matemáticas porque por delante tiene al Atlético Batán (45 puntos) y La Tasquilla de Ramona y Vicente (43 puntos), ambos con un calendadario asequible y el balance goleador particular a su favor. Pero por de pronto los de Kike ya se han aupado a la cuarta plaza tras el camino a la perdición (tres derrotas consecutivas) emprendido por la AD Huérmeda, de la que cuentan que ayer no acabó su partido en La Cartuja, y el desfondamiento (un triunfo en cuatro encuentros) del Veteranos Garrapinillos, debilitado por las bajas y por el exilio al campo del Silos, lejos de San Lorenzo, su escenario fetiche en el que quizá otro gallo habría cantado.
Como ya ocurriera la pasada temporada, el choque frente al Veteranos Garrapinillos fue un encuentro muy igualado entre un equipo en línea ascendente y otro cogido con alfileres al que la competición hace varias jornadas que le viene quedando larga. El Athletic Rompeolas, otra vez en el papel de conjunto que va de menos a más, controló la situación un primer tiempo en el que Pablo apenas tuvo trabajo, pero no fue capaz de concretar sus llegadas, contadas en todo caso.
La batalla principal se planteó en el centro del campo, donde los locales se sostuvieron gracias al enorme despliegue de Raúl Blasco junto al pivote defensivo Carlos Urrea. La doble labor del 10 del Garrapinillos, al mismo tiempo cerebro y pulmón, dando salida a la pelota e incordiando con reiteradas faltas tácticas a su rival, dificultó enormemente el juego de los naranjas.
El Rompeolas respondió concentrando en esa zona al jabato David González, a Julio (los 27 minutos que aguantó sobre el campo hasta su lesión), Coke por delante y hasta Héctor, con tanta querencia por irse al centro. En la parcela defensiva José Antonio y Arrébola vigilaron muy de cerca a Cambra, al que su equipo buscó continuamente como única baza ofensiva.
La primera ocasión clara de gol llegó tras un corte de Kike en el centro del campo. El lateral del Rompeolas abortó una salida al contragolpe de los rojiblancos y asistió a Héctor, quien al borde del área dejó volar su imaginación pensando en el regate y el remate perfectos. Pero el problema fue que trató de hacerlos todos al mismo tiempo y la jugada acabó en un churro sin consecuencias.
Respondió el Garrapinillos con una colada por la banda izquierda, uno de los escasos despistes de la zaga del Rompeolas. Para congoja de su banquillo, Pablo salió en tromba a la esquina con el propósito de cortar la jugada y, tras un amago de despeje fallido, logró enviar la pelota a saque de banda. Un par de tiros desviados de Israel Blasco y Cambra y la protesta por varios fueras de juego señalados por los asistentes resumieron la escasa actividad ofensiva de los locales.
El partido maduraba lento y anodino. Sólo la certeza de lo que había en juego ayudaba a mantener la tensión. El ambiente desangelado del Santo Domingo de Silos a esa hora y las continuas interrupciones cada vez que los balones salían de los límites del terreno de juego tampoco ayudaban. Hasta el árbitro Yubero propuso que se repartiesen balones por las distintas zonas del campo para acabar con los parones.
El equipo de Kike no pasaba grandes apuros, pero en ataque no era capaz de marcar diferencias. Ni Posadas, ni Héctor ni Coke lograron irse de nadie. El único que profundizó fue Joaquín por su banda izquierda, pero en su caso el pecado fue la falta de precisión. Centró pasado cuando Coke le pedía el pase atrás y se quedó corto en la carrera en una diagonal que lo dejó solo delante de Forcén.
Julio quedó K.O. por un pisotón en su pie izquierdo y, a priori, eso suponía un grave contratiempo para el Rompeolas, pero la salida de Mario como central y el paso de Arrébola al centro del campo resultaron hasta oportunos. El poderío físico del granadino resultó un reto mayor para el 10 del Garrapinillos y los naranjas cogieron aire con la pelota.
En el descanso, la voz de José Antonio se impuso a la del resto en convicción: «Los tenemos ahí. Hay que ir a por el partido». Pero en la reanudación los de naranja llegaron tarde a dos cruces y se vieron encerrados en su área durante varios minutos. El Veteranos Garrapinillos volvió más vivo y contó con dos ocasiones muy claras de gol. La primera, tras un centro de Cambra por la derecha que José Antonio sólo despejó hasta la frontal del área, desde donde Jorge Buil conectó una espectacular volea que Pablo tocó lo justo para que el balón impactara en el larguero y saliera rebotado.
Casi sin tiempo para respirar de alivio o lamentarse, otro servicio desde el mismo costado encontró a Jorge Buil sólo dentro del área y este volvió a disparar con intención, pero de nuevo Pablo con una espectacular parada abajo desvió el peligro.
David Orcajo suplió a Ernesto y Kike cambió de banda para vigilar más estrechamente al descollante Buil. El paso de los minutos afianzaba la idea de que quien primero golpeara se llevaría el triunfo.
Coincidencia o no, el duelo empezó a decantarse del lado del Rompeolas justo dos minutos después de que Raúl Blasco abandonase exhausto el terreno de juego. Corría el minuto 60 cuando Posadas botó una falta al segundo palo y allí Arrébola remató de cabeza a la red, 0-1.
Poco después, una salida al contragolpe de los naranjas pareció frustrarse con el envío excesivamente largo de Coke hacia Joaquín, pero el extremo del Rompeolas corrió con toda su fe y, como ocurriera hace una semana frente a un zaguero de Las Cañas, recortó su desventaja y arrebató el esférico al lateral del Garrapinillos. Tuvo dónde elegir para pasar el balón, puesto que Coke, Héctor (al que asistió) y Posadas (receptor final) habían acompañado la jugada. El pichichi del Rompeolas paró la pelota se perfiló con su pierna derecha y coló el balón por el hueco entre Forcén y su defensa Diego García justo antes de que Jorge Buil descarrilara sin frenos a sus pies, el 0-2 final.
Almuerzo en el Silos
Después del partido, aquellos miembros del Rompeolas que quisieron y pudieron quedarse, disfrutaron de un suculento almuerzo servido en el bar del campo de Santo Domingo de Silos: longaniza, lomo, chorizo, jamón, huevos fritos y patatas fritas para redondear la mañana. Un gusto todo.