Lo que va de una vuelta a otra   

El Athletic Rompeolas golea a un desmejorado Bar El Templo con tantos de Coke (2), Joaquín y el reaparecido Dani

El cuarto triunfo consecutivo de los naranjas y el pinchazo de varios rivales deja la cabeza de la clasificación a tres puntos

 

Bar El Templo             1

Pascual; Bernad (Gil, 62), Labribri; Gallardo, José; Alexander (Leonardo, 50), Chabuel, Viamonte, Sergio, Tenas; Huerto.

Athletic Rompeolas   4

Pablo; Mario, Kike (Ernesto, 25), José Antonio, David González; Julio, Arrébola (David Orcajo, 60), Sierra, Joaquín (Dani, 56); Coke (Augusto, 51), Posadas (Ángel, 65).

Goles: 0-1, min. 12: Coke. 0-2, min. 35 : Coke. 0-3, min. 54: Joaquín. 0-4, min. 57: Dani. 1-4, min. 76: Labribri.

Árbitro: Belsué Arias. Mostró cartulinas amarillas a los locales Alexander y Pascual y, por parte del Rompeolas, a los hermanos Orcajo, Ernesto y David.

Incidencias: Mañana soleada de frío llevadero. Coke tuvo que volver a casa a por una cincha para una de sus rodillas y llegó con el tiempo justo. Dani reapareció en una convocatoria después de más de una vuelta completa ausente por lesión. Saltó al terreno de juego en el minuto 56 y logró su segundo gol de la temporada. El rival, El Bar El Templo, es el Artideco de la primera vuelta. El portero local, que en el acta figura con el dorsal 1, vistió una camiseta con el dorsal 0 (torcido). Y su compañero Gil, que salió al campo en el minuto 62, en el acta figura con el dorsal 30, pero vistió la camiseta con el dorsal 20 que ya había lucido Alexander. Acudieron a presenciar el encuentro Iñaki, Visiedo y Tito, ex Rompeolas y jugador de la AD San Miguel, cuyo partido no se pudo disputar por incomparecencia del árbitro.

 

CDM DELICIAS. El Athletic Rompeolas ya sabe lo que es ganar un partido sin acabar pidiendo la hora. Lo logró por fin en su visita al CDM Delicias, donde derrotó por 1-4 al Bar El Templo, un equipo venido a menos que sin embargo no dio nunca su brazo a torcer y contó con ocasiones para haber repetido el clásico guion de la agonía naranja. Pero el oportunismo de Coke, el golazo de Joaquín y dos paradones de Pablo brindaron un final de partido sosegado.

La escuadra naranja parece haber cogido la rueda buena y, tras su cuarta victoria consecutiva con la que cierra un sensacional mes de enero, se escapa en la clasificación de la Segunda Preferente junto a los favoritos al título y el ascenso. Todos ellos forman un grupo de seis conjuntos separados por una diferencia de sólo 3 puntos (teniendo en cuenta que la AD San Miguel, líder con 34 puntos, tiene un partido menos, el que no pudo disputar este pasado fin de semana frente a la AD Las Cañas).

Los de Kike, sextos con 31 puntos y el mismo número de victorias que el primero (10), volvieron a presentar una gran convocatoria con cinco recambios en el banquillo frente a un rival justo de efectivos que en una vuelta ha cambiado de nombre, pero sobre todo ha mudado de piel. Si al partido disputado en el García Traid (cuarta jornada, llegó como flamante líder y acabó derrotado pese a haber merecido más, esta vez en la 17ª fecha del torneo pareció un equipo de menor nivel, con muchos problemas en defensa y menos jugadores de peligro en ataque. Aun así contó con varios momentos para reaccionar y discutir seriamente los puntos, que el Rompeolas siempre deja derecho a la réplica.

Resuelta la presencia de Coke en el once titular, algo que estuvo en el aire hasta el último momento, el conjunto naranja salió con Pablo en la portería, una defensa formada por Kike y José Antonio como pareja de centrales, Mario y David González en los laterales y un centro del campo en el que repetían Arrébola y Julio, además de Joaquín por la banda izquierda, y al que se sumó Sierra por la derecha. Arriba, garantías con el mencionado Coke y Posadas.

Pese a que la disposición pintaba bien, durante los primeros minutos el Bar El Templo maniató el centro del campo del conjunto naranja y advirtió de su peligrosidad por la banda izquierda, donde un bullidor Viamonte buscaba la espalda continuamente a Mario. Arrébola andaba perdido dando pases al limbo y sus compañeros apenas pisaban el campo contrario. Quien sí se acercaba al área, pese a sus evidentes limitaciones de velocidad y movimientos, era Alexander, quien ensayó el disparo de larga distancia hasta en tres ocasiones.

Joaquín sacó la cabeza por su banda izquierda y forzó una falta. Y luego botó un saque de esquina que Coke remató con demasiada facilidad pero no encontró portería. ¿Despiste puntual o síntoma de debilidad? La duda se resolvió poco después con una jugada calcada que sus protagonistas repitieron tal cual. Centro de Joaquín al segundo palo y remate canónico del delantero del Rompeolas a la red, 0-1.

Adelantarse en el marcador le dio más soltura con la pelota. David González progresó por la banda izquierda y lanzó en largo exprimiendo la carrera de Posadas, quien llegado al área levantó la cabeza, y asistió a Coke, quien con un simple desmarque de acercamiento burló el simple acompañamiento de tres defensas locales. El delantero naranja buscó ángulo de tiro pero sólo pudo forzar otro saque de esquina. Por el mismo costado izquierdo. Acudió Joaquín por tercera vez al saque y por tercera vez remató su compañero a placer. Para hacérselo mirar. Pero a José Antonio debió de parecerle monótono este bucle y metió la pierna, lo que desvió por encima del larguero un remate que se iba picado a la red.

Los locales se sobrepusieron atacando. De un saque de banda en el costado derecho, movieron el balón con tino por el centro hasta dar con Tenas, quien a la media vuelta probó fortuna desde fuera del área, pero su chut salió desviado. Él, Viamonte y Huerto mantenían en vilo a la defensa naranja con su amenaza constante. En una de sus acometidas, Kike terminó por lesionarse.

El equipo se recompuso con la entrada de Ernesto en la posición de interior derecha, Sierra bajó al lateral y Mario se situó de central. El contratiempo no le sentó mal al cuadro naranja, que mejoró en el marcaje de Viamonte. Pero su problema seguía residiendo en el centro del campo. Arrébola se mostraba incómodo con el balón en los pies y el Rompeolas apenas creaba ninguna jugada con sentido. El único acercamiento fue un desafortunado doble tiro de Julio desde la frontal que más pareció estar jugando a la piñata que disparando a puerta.

Al menos los de Kike supieron contener los ataques de su rival, hasta que en el minuto 35 un contragolpe de Posadas abrió un punto de difícil retorno en el partido. Tirado a la banda izquierda, rompió la cintura a su marcador con un giro y posterior movimiento de desmarque y se marchó en velocidad. Vivir para ver. Tras recorrer el carril volvió a levantar la cabeza envió a los pies de Coke, para quien adelantarse a los centrales fue un juego de niños. Luego resolvió con templanza frente a Pascual, 0-2.

Acudió Joaquín por tercera vez al saque de esquina y por tercera vez remató Coke a placer. Para hacérselo mirar. Pero a José Antonio debió de parecerle monótono este bucle y metió la pierna, lo que desvió por encima del larguero un remate que se iba picado a la red.

El Bar El Templo se revolvió nuevamente tras ese aguijonazo y con un balón largo a la espalda de la defensa naranja llevó el peligro al área de Pablo. La pareja de centrales se distrajo mirando únicamente la jugada y se olvidó de la ubicación concreta del veloz Huerto. Tenas recogió la pelota que su compañero dejó suelta y disparó cruzado. Antes de que el esférico llegase a Pablo, Huerto se cruzó en la trayectoria y lo tocó lo justo pero el guardameta del Rompeolas exhibió sus buenos reflejos repeliendo el remate. Ahí, justo antes del descanso, pudo venirse arriba el conjunto local.

También lo  pudo hacer en la reanudación. El Rompeolas había hablado en el vestuario sobre la necesidad de tener más tranquilidad en el centro del campo, de buscar las cosquillas a una defensa débil y de aumentar la ventaja en el marcador. Castillos en el aire si Huerto llega a atinar delante de Pablo. Estaban los de Kike acogotados en su área cuando Coke erró en el pase de salida. Tena lo convirtió rápidamente en una magnífica asistencia a un Huerto agazapado dentro del área y el disparo cruzado de éste fue desviado lo justo por Pablo para que el larguero escupiera el balón. Iban ya dos avisos muy serios para un choque que con 0-2 debía estar durmiendo el sueño de los justos.

Joaquín trató de finiquitar el duelo pero tras pisar el área chutó demasiado cruzado. Luego Coke tuvo que dejar su lugar a Augusto por un pinchazo derivado de su apurado calentamiento. El partido estaba en el punto de enredarse, pero entonces apareció Joaquín y con una gran volea desde lejos sorprendió a Pascual, 0-3.

Pese a la diferencia en el marcador, aún tuvo que aparecer Pablo para apuntalar el triunfo sacando una espectacular mano derecha que desviase el empalme de Huerto tras un centro desde la izquierda. La cámara llegó tarde al instante y sólo pudo retratar el rostro serio del guardameta, como el del profesional que acaba de hacer simplemente su trabajo.

 

La tranquilidad de ese 0-3 y la nutrida convocatoria permitieron mover el banquillo con alegría. El goleador Joaquín dejó su sitio a Dani, quien regresaba a una convocatoria del Rompeolas tras más de una vuelta completa ausente. Trece jornadas desde aquella lesión que se produjo como portero de circunstancias en Calatayud, en un lance más propio de una actuación de los hermanos Tonetti que de un partido de fútbol.

Bastaron un  par de carreras para percatarse de lo fino que ha regresado el delantero de referencia del Rompeolas. Y como no estaba dispuesto a seguir concediendo ventaja a sus compañeros en la tabla de realizadores, allá que se lanzó corriendo a buscar un envío en largo que pilló despistada a la amodorrada defensa local. Danigol llegó antes que el portero del Bar El Templo y salvó su salida tocando el balón para que acabase en el fondo de la red.

 

 

El carrusel de cambios seguía dando para más. David Orcajo dio descanso a Arrébola y el Rompeolas se recompuso enviando al sacrificado David González al eje del centro del campo junto a Julio. Y en el minuto 65 Ángel se colocó como delantero centro en detrimento de Posadas. Su acción más destacada fue forzar la amarilla del portero Pascual, quien se vio obligado a cortar con la mano fuera de su área el remate del veterano jugador del Rompeolas.

Con diez minutos por delante y un 0-4 acostumbra uno a pensar que es una buena ocasión para disfrutar del fútbol sin agobios, pero a menudo lo que sucede es que se pierde la seriedad y aparecen las lagunas defensivas. Así le sucedió al Athletic Rompeolas. Desde el banquillo diez minutos parecieron veinte. El Bar El Templo siguió intentando al menos el gol de la honra y después de varios acercamientos lo logró con una colada por la parte izquierda de Yassine. Se escurrió de la vigilancia del centro del campo naranja, salvó la entrada abajo de David Orcajo y dentro del área salvó la salida de Pablo cruzando el esférico a la red, 1-4. Y disgusto para Pablo por no haber podido mantenerse imbatido una jornada más. Un sentimiento  que debiera haber sido compartido por sus compañeros, que bajaron la intensidad y hasta el último momento concedieron varias ocasiones a su adversario para haber seguido estropeando el triunfo. Tanto como para acabar deseando con ahínco que el árbitro decretase el final del partido.