Salamero 1 Athletic Rompeolas 2

Estreno triunfal

El Rompeolas debuta en Copa derrotando al Salamero, conjunto de Primera Laboral, con dos goles de Coke de penalti

Javi sale fuera del área para cortar el avance de un atacante del Salamero perseguido por Kike.

Salamero                   1

Correas (Santiago, 40), Miranda, Vicente (Luis Javier), Ascaso, Villar, Gil (Adrián), Camacho, Rodriguez, Catalán, Hernández y Gimenez (Eduardo).

Athletic Rompeolas  2

Javi, David Orcajo (Ernesto, 40), Arrébola, José Antonio, Kike (Mario Marco, 55); Julio, Coke (Ángel, 70), Pablo, Rober, David González; Posadas.

Goles: 1-0, min. 25: Camacho, de penalti. 1-1, min. 35: Coke, de penalti. 1-2, min. 65: Coke, de penalti.

Árbitro: Juan Carlos Sánchez. Amonestó a los locales Luis Javier, Camacho, Ascaso y Hernández y, por parte del Rompeolas, a Julio.

Incidencias: Buena temperatura y mañana despejada. Terreno de juego falto de riego. Asistieron al encuentro Chichín y Visiedo, así como el jugador Dani Laparra, que no pudo participar por molestias en la espalda. El Rompeolas estrenó su nueva equipación blanca, con la que relega la naranja a uniforme de respeto. El Salamero vistió su elástica azul habitual. Luis Javier, exjugador del Rompeolas participó con el equipo rival.

TORRE RAMONA. El Athletic Rompeolas no pudo estrenar con mejor fortuna su nueva equipación blanca, la del escudo bordado y patrocinador: debut en el torneo copero y triunfo por 1-2 frente al Salamero, todo un conjunto de Primera que en la liga regular terminó octavo en la clasificación.

El sorteo de la competición del K.O. determinó un comienzo muy empinado frente a dos conjuntos de la primera categoría del fútbol laboral, así que la escuadra de Kike afrontó el primer duelo muy concienciado. Concentración y sacrificio para minimizar la superioridad del rival.

Previendo la mayor pericia del adversario con la pelota, el Athletic Rompeolas partió con un 1-4-1-4-1 para presionar el inicio de sus ataques y bascular en defensa por todo el campo. Dicho y hecho: el Salamero acaparó la posesión y, por medio de sus centrocampistas Camacho y el capitán Rodríguez, movió el balón de banda a banda buscando huecos mediante paredes en corto y los movimientos coordinados de sus puntas Giménez y, sobre todo, Hernández.

El conjunto blanquinegro se mostró cómodo agazapado atrás. Cubrió los huecos con soltura y robó sin demasiados apuros. Y hasta sacó el balón con criterio generando dudas al rival cuando David González, Posadas, Rober y Coke aparecían en tres cuartos de cancha.
Los intentos de ataque azulones, muy elaborados, acababan en balones largos a las bandas y a la espalda de los centrales, pero sin claridad. Los cuatro defensores del Rompe, con el apoyo inconmensurable del capitán Julio, que no dejó de bascular todo el encuentro, se bastaban para no sufrir y, con sobriedad, daban sentido al inicio de las jugadas.

Un leve cambio en la línea de medios, Coke a la banda y Pablo al centro junto con Rober, permitió incrementar la sensación de peligro blanquilla, con más salida de balón por ambas bandas, ya que González ya se estaba dejando notar por la izquierda. Suyas fueron varias subidas al ataque cortadas en falta o invalidadas por dudoso fuera de juego.

Mientras, arriba Posadas hizo diabluras con el balón. Sus quiebros y requiebros atrajeron la atención de hasta tres defensores rivales al mismo tiempo. Aunque su habilidad no vino acompañada por instinto matador en el remate, faceta en la que sólo dejó varios «tirines» sin consecuencias.

Posadas protege el balón de espaldas y atrae a varios defensores.

Rober y Coke mezclaron bien en la zona de creación. Su talento combinativo recibió el suministro de balones robados del valladar Pablo, a quien también le dio por asomarse al borde del área rival con una gran ocasión de gol, aunque su disparo fue tan defectuoso que pareció haber pateado un balón de playa nivea.

Pablo golpea el esférico de forma defectuosa al borde del área. 

Visto que por el centro la zaga del conjunto de Segunda se mostraba contundente, el Salamero buscó las cosquillas a los laterales del Rompe. Las espaldas de Kike y Ernesto sufrieron el mayor trajín defensivo. Si Gil, con un notable manejo del balón, no terminaba de marcharse de Kike y David González, Catalán acabó por volver loco a Ernesto. Un envío al punto ciego del defensor blanquinegro en el minuto 25 fue recogido por el atacante del Salamero, quien se adentró en el área y acabó desplomándose en el suelo en el encuentro con Arrébola. El árbitro señaló el punto de penalti sin dudarlo.

El árbitro ordena a Javi que se sitúe bajo los palos. El penalti, inamovible.

Desde el banquillo, Ángel, la voz de la experiencia, regaló uno de sus consejos: “Javi, ¡tírate a la izquierda!”, le recomendó.

Javi ve cómo el balón entra por el lado opuesto a donde se lanza. Gol del Salamero.

Como buenos excompañeros de trabajo, Javi mandó la indicación al limbo y se lanzó a la derecha mientras veía como el balón, lanzado con maestría por Camacho, entraba perfecto pegado al palo por el lado… izquierdo. Tal y como predijo Nostradangel. El equipo de Primera sólo había podido generar peligro de esa forma.

El 1-0 dejó tocado al Rompeolas y reforzó el convencimiento de los locales, que acumularon un par de disparos más desde la frontal y una nueva incursión por banda derecha de Catalán que Javi desbarató cuando parecía que su chut acababa en el fondo de la red.

Pero el conjunto blanquinegro se rehizo y se lanzó en busca del empate hasta el punto de generar cierto nerviosismo en la zaga azulona. En una de sus numerosas galopadas, David González se adelantó a un defensa local y picó de cabeza por encima de Correas, pero su remate se marchó por fuera por poco.
El golpe en la mesa del equipo rebelde llegó poco después, también por medio de David González. El chico para todo del Rompeolas cayó dentro del área y el árbitro señaló nuevamente el punto de penalti. Coke lanzó engañando al guardameta y puso el 1-1 en el marcador.

El descanso vino bien para refrescar las ideas: había que seguir percutiendo la moral del rival con el gran dominio de espacios que hasta entonces había exhibido el Rompe. Ello garantizaría seguir disfrutando de la comodidad que sentía bajo el dominio estéril de los locales.

David Orcajo entró para refrescar el lateral derecho, donde tanto trabajo había tenido Ernesto. El Salamero cambió a su portero y se empleó con mayor agresividad en defensa.

Ello no arredró al Rompeolas, que exprimió cada balón que recuperó para hilvanar jugadas de peligro o bien para defenderse administrando su posesión. Y siempre buscando a Rober como referencia, polo de atracción de muchos de los pases y de las faltas de los rivales.
Posadas metió la puntera en un balón cruzado dentro del área con el que a punto estuvo de darle la vuelta al marcador, pero el esférico acabó estrellándose en un palo.
Mario Marco entró al terreno de juego por Kike para buscar más presencia arriba por banda, ya que el Salamero jugaba muy adelantado y ya dejaba huecos a su espalda. El Rompeolas se reordenó recolocando a David Gonzalez en el lateral izquierdo y quedando Coke por delante suyo.
Pablo recibió un codazo de un rival que le dejó el labio como a Kunta Kinte.
El Salamero era desbordado por ganas, velocidad y criterio. Su presencia en ataque era constante pero vacía de contenido. En cambio, el Rompeolas salió decidido y fuerte al contragolpe. Prueba de ello fueron las dos llegadas seguidas de Mario que acabaron con centros rematados por Posadas  y Coke. Fue éste, el que en el minuto 65, resolvió el partido provocando otro penalti, este bastante absurdo por haber sido derribado dentro del área cuando tenía el balón controlado.
El buque insignia del Rompeolas lo transformó nuevamente lanzando por el mismo sitio y colocó por delante al Athletic Rompeolas.
A partir de ahí las interrupciones se sucedieron. Primero, David Gonzalez tuvo que ser atendido por un golpe y luego Posadas recibió un tremendo tantarantán en la garganta que lo dejó sin respiración, pese a lo cual el árbitro dejó seguir el juego.
El Salamero, descentrado por la sorpresa de ver a un Segunda tan correoso, se enfrascó en protestas absurdas y perdió de vista el marco de Javi. Ángel sustituyó a un acertado Coke en el minuto 70, y el Rompeolas vivió el tramo final más tranquilo de lo que cabía esperar por el ofuscamiento de los locales.

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