La lesión del jugador más creativo
Atacar sin Posadas
El punto y las buenas sensaciones ofrecidas la pasada jornada frente al Intersport Leciñena vinieron acompañados por la mala noticia de la lesión de David Posadas, referencia en el ataque del Athletic Rompeolas desde hace tres temporadas.
El delantero de la cantera de Agustinos cayó desplomado al suelo en el minuto 55 tras recibir un golpe fortuito en su rostro, seguramente obra del portero monegrino, cuando ambos saltaron junto con algún defensor más del Leciñena a por un balón dentro del área. Como resultado, Posadas sufrió una fractura del tabique nasal y ahora, si todo va bien, deberá estar al menos un mes de baja.
Su ausencia abre un periodo de incertidumbre en la zona de vanguardia del Rompeolas, justo ahora que comenzaban a vislumbrarse nuevos matices al juego ofensivo con la aportación de Santi Mur. En los duelos frente a La Parada-Deportivo Onairam e Intersport Leciñena el conjunto blanquinegro echó mano de los envíos en largo y la carreras a la espalda de los centrales rivales, algo que no se veía desde los buenos tiempos de Danigol. Pero, ahora ¿quién se encargará de generar juego en el campo contrario? ¿Quién asumirá la responsabilidad de retener el balón cuando haga falta? ¿A quién habrá que pedirle cuentas si no se hacen goles? ¿La ausencia de Posadas provocará un cortocircuito en el juego del equipo? ¿O supone una oportunidad para introducir variantes?
De un tiempo a esta parte, la menguante llama del goleador Dani, que todavía tiene que prestar algunos servicios más a la causa, convivía con las ascuas crecientes del dorsal 22 (desde esta temporada con el 10 a la espalda), cada vez más protagonista del juego. Comenzó como un atacante habilidoso, ganó peso específico con su aportación realizadora (nunca espectacular, pero siempre determinante). Se convirtió en el necesario enganche entre líneas y sirvió de refugio para los balones que más quemaban, los que nadie podía o sabía retener. En los peores momentos mudó de piel y se transformó en un organizador. Durante ese proceso ha vivido la soledad del delantero, ha visto pasar por encima de su cabeza melones como proyectiles y se ha ido a pegar con las defensas rivales casi siempre en inferioridad (tanto numérica como física). También, hay que decirlo, ha desaprovechado más ocasiones para tirar que goles haya fallado y se ha obcecado hasta el absurdo en el regate y la acción individual incluso en zonas muy comprometidas. Como resultado, su firma aparece en todos y cada uno de los ataques de su equipo. Hasta ahora.
Referencia ofensiva
El juego del conjunto blanquinegro lleva tres años descansando sobre las espaldas de Posadas. Su dominio del esférico y el repertorio de regates que ofrece en todo momento han servido tanto para encauzar la salida del balón como para encontrar el camino a las porterías rivales. Ha sido un imán para centrales desnortados y un faro para centrocampistas a la deriva. También ha aportado un nada despreciable caudal goleador a un equipo caracterizado por sus escasos registros realizadores.
En ocasiones, ha sido tal la dependencia de su figura en la faceta creativa del Rompeolas, que su protagonismo (a veces desmedido) no ha hecho otra cosa que ocultar la incapacidad del equipo para hacer algo con talento. Es decir, que a veces los destellos de la estrella sólo han servido para disimular el eclipse de ideas del conjunto. El colectivo se ha lanzado en brazos de su monopolio de la pelota y el ataque entero se ha ahogado en un embudo. Posadas abajo para sacar la pelota, Posadas en tres cuartos de campo para idear la jugada y Posadas -o mejor su ausencia porque nadie tiene el don de la ubicuidad- para rematar a puerta.
La baja del ariete rompeolense ha abierto inmediatamente el castin para encontrar al sustituto o sustitutos que desempeñen esa difícil tarea de ser a la vez el cerebro y el martillo pilón en territorio enemigo. Ese jugador podría ser Jordi, si se no se dispersara tanto. O Joaquín, que ha jugado varias veces arriba, aunque eso supondría perderle en la banda. En todo caso, Dani López sigue conservando el molde de delantero dentro. Ofrece un registro completamente distinto al del ausente, pero es el recambio más natural. Todo dependerá de cuánto pueda participar esta temporada en la que finalmente ha decidido continuar pero con un perfil bajo.
Mientras se concreta el proceso de promoción interna a referencia atacante en el seno de la plantilla, el club, que sigue siempre abierto a cualquier incorporación que eleve la calidad del plantel, no ha perdido el tiempo y durante este parón por las fiestas del Pilar en el mercado y se ha hecho con los servicios del joven atacante Dennis. Quienes lo han visto jugar destacan su dominio de la pelota y su carácter incisivo. Como punto flaco, su obstinación por no soltar a tiempo el balón, lo que penaliza muchas de sus acciones. Veremos cómo se adapta y cómo encaja el Rompeolas la ausencia temporal de Posadas, justo ahora que el equipo comenzaba a ofrecer señales esperanzadoras de conjunto sólido tras dos buenos partidos.