Athletic Rompeolas 0 Bar Estudiantil 2
Los de Kike se alejan más de la cabeza de la tabla tras perder en casa
Joaquín es presionado en banda por dos rivales.
Athletic Rompeolas 0
Javi; David Orcajo, Alberto, José Antonio, David González; Arrébola (Dani, 55), Julio, Guillermo, Adrián, Héctor (Joaquín, 5); Posadas.
Bar Estudiantil 2
Casorrán; Diez (Camacho), Ginés, Omar, Benedí (Gabriel); Cerro, Melendo, López, Navas; Lorenzo, Cristian (Azón).
Goles: 0-1, min. 54: López. 0-2, min. 75: Azón.
Árbitro: Cebollada Marcén. Mostró cartulinas amarillas a Joaquín y José Antonio, por el Rompeolas, y, por el Bar Estudiantil, a Melendo, Benedí, Cerro y López (este en dos ocasiones por lo que fue expulsado).
Incidencias: Mañana húmeda con una niebla densa que no levantó en ningún momento. Héctor se lesionó en el minuto 5 de partido y pidió el cambio. Por su parte, Javi quedó tocado tras un golpeo de balón y no pudo sacar de puerta en la mayor parte del encuentro. Estaban citados y faltaron a la convocatoria Jordi y Manu. Coke, resfriado, también fue baja de última hora, pero acudió al campo para devolverle sus botas a Julio, quien después del partido también tuvo problemas para encontrar una de sus espinilleras (la llevaba puesta).
Kike colocó un trivote en el centro: Guillermo, Julio y Arrébola, que fue el vértice (y el primer cambio).
3 CLAVES
Sin llegada
Sin presión
Sin reacción
El trivote formado por Arrébola, Guillermo y Julio no dominó la pelota. Arrébola ayudó a los centrales marcando al segundo punta Lorenzo, pero sacó de sitio a Guillermo y la pelota no circuló con debía. El Rompeolas apenas disparó a puerta en todo el partido.
La primera línea de presión naranja no aparecía hasta la línea del centro del campo. Posadas estaba demasiado solo arriba; Joaquín, que sustituyó al lesionado Héctor, se mostró muy frío sin la pelota; y Guillermo y Julio permanecían demasiado retrasados. El Bar Estudiantil manejó la pelota con excesiva comodidad.
Tras el gol de López, Dani salió para reforzar el ataque en lugar de Arrébola. Guillermo y Julio quedaron al mando y atrás Alberto y José Antonio se emparejaron cada uno con un delantero. Durante 10 minutos, los naranjas parecían despertar con varias llegadas de Dani, pero pese al tiempo que quedaba, no disfrutaron de ninguna ocasión clara para empatar.
TORRE RAMONA. El tren de los equipos de arriba pasó de largo por Torre Ramona. El Athletic Rompeolas cayó derrotado por 0-2 frente al Bar Estudiantil después de haber completado una de las actuaciones más inoperantes en ataque, tarea en la que apenas se prodigó. Un pecado que acabó pagando caro.
La irregularidad del Bar Estudiantil, capaz de sufrir con los de abajo pero también de plantar cara y sorprender a los de arriba, no pilló desprevenido al Rompeolas. Todo lo contrario. En el recuerdo permanecía el partido de la primera vuelta en La Cartuja. Aquel día se vivió un partido muy igualado que solo se decantó del lado naranja por detalles y tras firmar una actuación casi perfecta.
Más bien los locales quizá se excedieron esta vez en sus precauciones -visto ahora, claro, a toro pasado- y poblaron su centro del campo con un trivote, cuyo vértice (Arrébola) arropó a una defensa necesitada de ayudas por tener que marcar a dos delanteros centros.
Ese dibujo reforzó la estructura de la zaga, pero trastocó los mecanismos ofensivos habituales con los que se manejan Guillermo -esta vez fuera de sitio- y Julio -con menos trabajo defensivo pero más exigencia en la circulación de balón-. A ello, más allá de las bajas de jugadores concretos, hay que añadir la ausencia de un jugador más por delante de la pelota que bajase a recibir, que apoyase en corto para dar salida fácil al balón y evitase los pelotazos.
Julio desplaza la pelota en el centro del campo buscando la banda contraria.
La principal consecuencia de no dominar la pelota y plantar la primera línea de presión demasiado atrás fue la de perder presencia en el área rival. Adrián y Joaquín, abiertos por las bandas, recibían en posiciones demasiado atrasadas. Eso cuando recibían, porque en demasiados casos su misión consistió en correr en desventaja detrás de la pelota o recibir de espaldas marcados por hasta dos rivales.
A ello hay que añadir el celo defensivo del Bar Estudiantil, que cortaba en falta cualquier avance individual del Rompeolas Por todo ello los locales apenas sí llegaron al portal de Casorrán. Solo se puede consignar, aunque sea a título de inventario, un chut flojo y raso de Joaquín al primer palo, un poderoso remate de cabeza de Guillermo en un saque de esquina, que salió por poco, y algún balón colgado al que nadie acudió.
El Bar Estudiantil tampoco se prodigó demasiado en el área de Javi. Sí buscó la espalda de Alberto en dos envíos cruzados a los que el portero del Rompeolas respondió atento saliendo al corte y sí tuvo una ocasión clara tras una rápida combinación entre López, Lorenzo, y Cristian, pero el disparo se marchó arriba.
Coke, sentado al fondo del banquillo, tras caerse de la convocatoria a última hora.
En el descanso, el Rompeolas trató de sacudirse esa atonía ofensiva, pero el equilibrio mantenido y el 0-0 en el marcador no invitaban a demasiadas variaciones. El partido, igualado y trabado, llevaba el camino del vivido en la primera vuelta. El que primero marcase se podía llevar el pastel completo. Y así fue. El Bar Estudiantil movió el banquillo y en un primer momento desequilibró el entramado defensivo de los locales con un par de combinaciones rápidas por el centro. Acumuló varios balones colgados al área de saque de falta y apuntaló un grado más su control del partido frente a un Rompeolas sin alternativas.
La ocasión más clara de los locales acabó en nada. Alberto sacó una falta con un balón bombeado que llegó a Posadas, este controló con el brazo y a la media vuelta fusiló a Casorrán. El árbitro, bien colocado, anuló la acción.
Los visitantes, cada vez con más confianza, presionaron un saque de banda de David Orcajo y robaron la pelota, que en un suspiro llegó a los pies de López, quien desde lejos, se sacó un ajustado disparo que sorprendió a Javi y dio en el palo camino de la red. 0-1, min. 54. El mazazo provocó la inmediata reacción de Kike, que retiró del campo a Arrébola y dio entrada a Dani, un delantero centro para pisar el área rival.
El 0-1 provocó el cambio inmediato de dibujo. Arrébola se fue a la ducha y Dani saltó al campo.
La variante y el gol encajado espolearon al Rompeolas, que se asomó varias veces al área de Casorrán con acciones rápidas, entradas por banda con centros que murieron siempre en las manos del portero o no encontraron quien los rematase. David López se encontró una pelota suelta con José Antonio delante, en el suelo, pero su disparo se marchó alto. El mayor peligro estuvo una vez más en las botas de Adrián y a balón parado. Suyos fueron dos envíos cerrados al segundo palo, uno de los cuales estuvo a punto de rematar Alberto.
Adrián, agachado en cuclillas, desesperado en medio de una espesa niebla.
Convertido el partido en un frontón, el centro del campo devolviendo de primeras balones contra la muralla visitante, un despeje suyo sobrepasó por arriba a Alberto, que no llegó a despejar con su pierna derecha y dejó solo al veterano Azón, que salió victorioso del mano a mano con Javi, 0-2.
Al final, se mantuvo la máxima establecida hasta ahora por el irregular Bar Estudiantil, que todavía no ha perdido dos partidos seguidos. Venía de caer en casa frente al Intersport Leciñena y se llevó el triunfo de Torre Ramona.
Si el triunfo del Rompeolas en La Cartuja, allá en la ya lejana primera vuelta, confundió a los de Kike y les hizo creer que vivirían instalados arriba, esta derrota deja las cosas claras. Hay que mirar de reojo a la parte baja. El próximo domingo el rival es el Sporting Oliver, que solo suma 13 puntos, pero frente al que ya se perdió de forma estrepitosa en la primera vuelta (0-4). Ojo pues.