Olímpico Torrero 1 Athletic Rompeolas 1
El camino a la permanencia se allana
El empate frente al Olímpico Torrero y la sanción de tres puntos impuesta al Mortis por incomparecencia dibujan a priori un final de liga más apacible de lo esperado
Olímpico Torrero 1
Carlos Gaspar; Alberto Molina, José Valero, Alejandro Nieto, Jorge Gámez; Javier Gracia, Jorge Carilla, Raúl Sánchez, Raúl Abadía; Jordy Montoya, José Bermúdez.
Athletic Rompeolas 1
Dani Laparra, Kike (Mario, 41),David González, José Antonio, Jordi; Rober, Juan, Joaquín (Ángel, 74), Dennis (Ernesto, 54), José Manuel, Santi Mur.
Goles: 0-1, min. 9: José Manuel. 1-1, min. 41: José Valero.
Árbitro: C. Martínez. Mostró cartulinas amarillas a los locales Alberto Molina y José Valero y al visitante David González. A su llegada a las instalaciones del Stadium Venecia, miembros del conjunto local le reprocharon que acudiera él a dirigir este partido pese al escrito que aseguraron habían enviado al organismo federativo para que no les arbitrara más tras una controvertida decisión anterior lesiva para sus intereses.
Incidencias: Mañana soleada y de temperatura cálida, impropia para el mes de febrero. Acudieron a presenciar el encuentro Jesús, Iñaki, Visiedo y Julio. Posadas causó baja la víspera por problemas estomacales. El pasado 17 de febrero, una semana antes del día del partido, el conjunto local se puso en contacto con el Rompeolas para cambiar la fecha y jugar otro día por un compromiso que iba a impedir la presencia de varios de sus integrantes, pero los avispas declinaron la petición pese a las bajas con las que contaba (además de Posadas, Dioni, David Soriano, Sierra, Pablo, Javi Chivite, Alberto y Augusto).
STADIUM VENECIA. El paso de los años demuestra que los equipos más longevos y con una trayectoria más estable son aquellos que no ven mermada su capacidad para adaptarse a las circunstancias, casi siempre adversas, que van deparando los diferentes momentos de la competición.
En unos días en los que asistimos al hundimiento de un histórico como el Salamero, la temporada pasada y tantos años en Primera, este año en Segunda y el que viene veremos si lo vemos; a la deriva del Mortis FC, equipo joven y talentoso plagado de bajas desde hace semanas y que esta pasada jornada ha sido sancionado con la derrota y la pérdida de tres puntos por no presentarse en regla al partido frente a La Tasquilla; e incluso al desnudo de todo un líder como el Olímpico Torrero al que un puñado de ausencias de jugadores de Regional lo convierte en un equipo ramplón es cuando más valor cobra el ejemplo del Athletic Rompeolas.
En el torneo de la regularidad, la gloria se la llevan los de arriba, pero también tienen su mérito los que son capaces de sobrevivir con lo puesto, salvar los contratiempos para luego disfrutar de los días mejores. Eso lleva años haciendo el conjunto ahora avispa, antes blanquinegro, otrora naranja y más antiguamente azul. Y algo así volvió a lograr el pasado domingo en el Stadium Venecia. En otro día complicado por las bajas y por la entidad del rival, el Rompeolas exprimió sus limitados recursos y arrancó un punto que pudieron haber sido los tres.
Y eso que los visitantes formaron un once titular con hasta cuatro jugadores tocados (José Manuel, Dennis, Kike y Jordi) que se arriesgaron a agravar sus respectivas dolencias por echar una mano.
El encuentro no se pareció en nada al de la primera vuelta. Si entonces el adversario ejercicio un dominio insultante y encerró al Rompeolas en su propio campo, en esta ocasión el juego ofreció alternativas para ambos bandos. Comenzó más incisivo el cuadro del Venecia moviendo el esférico al son marcado por Jorge Carilla en el centro y buscando las penetraciones por ambas bandas. Una vez que José Antonio y David González dieron muestras de tener bien vigilado a José Bermúdez y que Rober y Juan se asentaron en la parcela ancha, José Manuel apareció para tomar el timón. Pases por dentro, triangulaciones por el centro, cesiones atrás… los avispas comenzaron a carburar con el juego interior de Dennis, la salida por la izquierda de Joaquín y el bullir constante de Santi Mur.

Joaquín acaba de centrar desde la izquierda y José Manuel maniobra en el área para ganar la posición en el remate.
Hasta entonces, los locales habían asustado a balón parado y con varios centros pasados desde la derecha. Pero el Rompeolas se sentía cómodo con la pelota. En el minuto 9, Jordi salió por dentro con el balón jugado y encontró una línea de pase hacia Santi Mur, quien de primeras abrió a la banda izquierda por donde venía progresando Joaquín. El extremo zurdo puso un centro en carrera al interior del área pequeña y allí José Manuel, más listo que nadie, se anticipó a los dos centrales y cabeceó a la red, 0-1 su décimo gol de la temporada.
Los pases de tiralíneas de José Manuel generaron un corredor por el centro a la espalda de los pivotes locales. En uno de esos envíos, Juan recogió un rechazo a medias de uno de los centrales y, al borde del área, se enfrentó de nuevo a su peor pesadilla, la portería menguante. Como de costumbre, su tiro no encontró portería.
Esa oportunidad marrada dio paso a un mayor dominio del Olímpico Torrero. El Rompeolas se sentía cómodo si conseguía encadenar tres o cuatro pases seguidos, pero se enmarañaba en cuanto erraba en la primera salida. En una de esas torpezas el cuadro local acarició el empate pero David González despejó el esférico de cabeza debajo de los palos. Más tarde, un inoportuno resbalón del central del Rompeolas, porque sí, también es central y lo que quiera ser, acabó con un remate con rosca de Jorge Carilla que salió fuera muy cerca de la escuadra izquierda del portal de Laparra.
El reloj avanzaba a paso de tortuga. Con el tiempo cumplido, el árbitro, que había añadido un minuto más, señaló una falta en campo del Rompeolas que Rober no se cansó de negar porque nunca existió, aunque C. Martínez aseguró que había sido «clarísima». Esa clarividencia suya desapareció instantes después dentro del área del Rompeolas, cuando un atacante se llevó por delante a Kike, acción sin sanción, y el central José Valero, que entró al área en el último momento, se encontró en el segundo palo con el esférico en sus pies y lo empujó plácidamente a la red. Con el tiempo añadido ya rebasado y ante la indignación de los visitantes, 1-1.
Pero qué importa eso «si lo importante es quedar todos contentos», espetó lleno de rabia Jesús desde el banquillo del Rompeolas cuando al momento sonó el silbato del descanso. Él había presenciado una escena insólita antes del comienzo del partido: El juez de la contienda, recibido por el equipo local con serios reproches por una actuación suya del pasado. ¿A qué recuerda esto?. Pues a esto otro. A que este mismo árbitro trasladó desde la misma caseta al encuentro AD Urriés 1 Athletic Rompeolas 2 la polémica vivida sólo una semana antes con los jugadores locales. Por eso se puede decir que C. Martínez es un árbitro que deja rastro.
El tiempo de descanso en el vestuario fue más que otra cosa una terapia psicológica por el golpe injusto recibido en el último instante del primer tiempo. Hasta ahí había llegado el aguante de Kike, que dejó su sitio a Mario Lafuente. El Athletic Rompeolas vivió más tranquilo pese a que siguió quemando sus naves. Dennis aguantó quince minutos más sus molestias aquilianas, esas que le impidieron ayudar con normalidad en defensa pero no así lanzarse en ataque. En esta faceta destacó con varias salidas al contragolpe y un par de zapatazos cruzando el balón a la espalda de la zaga local. Salió en su lugar Ernesto, que se centró en ayudar a Mario para tapar ese flanco derecho.
El Olímpico Torrero siguió buscando el segundo tanto, pero cada minuto que pasaba se notaba que no andaba muy sobrado. Con el banquillo pelado, los once sobre el campo comenzaron a ver bueno el empate salvo que se encontrasen con otro regalo como en el primer tiempo. Y eso lo detectó el Rompeolas, que se prodigó más en ataque. En el contraataque, más bien.
Los avispas acariciaron el segundo tanto a balón parado. José Manuel botó una falta con rosca al segundo palo y allí apareció libre de marca Santi Mur, quien empujó el esférico a la red. El árbitro señaló fuera de juego. El mismo árbitro que se preocupó más bien nada durante todo el partido de las líneas de fuera de juego porque ni tan si quiera hizo el esfuerzo de colocarse convenientemente para ver con perspectiva, diciendo que el atacante del Rompeolas había partido de una posición antirreglamentaria porque «te he visto llegar solo». La referencia visual de la hilera de jugadores de ambos equipos que se traza en todo saque de falta al borde del área y la demora de tiempo que se produce en cualquier envío templado con rosca al segundo palo no fueron elementos de juicio suficientes para que C Martínez hubiese considerado otra cosa diferente que no fuera anular un gol completamente legal para dejar las cosas como estaban. Y todos contentos.