Ofuscados frente a un rival muy ordenado

El Athletic Rompeolas cae goleado a manos del Sporting Oliver (0-4) tras un partido repleto de errores, precipitación y desajustes

Athletic Rompeolas

El Rompeolas quedó tan lejos de su objetivo como el fotógrafo que capturó este instante del partido.

Athletic Rompeolas  0  Javi; Alberto, Arrébola, Manu, José Antonio; Guillermo (Joaquín, 55), Coke, Ernesto (David, 65), Adrián; Posadas, Dani.

Sporting Oliver       4  Rivena; Rafael, Gutiérres, Roberto, Alfonso; Óscar, Giménez, Ricardo, Leonardo (Quílez, 75), Samuel; Francisco.

Goles: 0-1, min. 6: Samuel. 0-2, min. 55: Francisco. 0-3, min. 70: Francisco. 0-4, Francisco.

Árbitro: Serrano Díaz. Mostró tarjeta amarilla al central del Sporting Oliver Gutiérrez por cortar un balón con una mano.

Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada de la Segunda Laboral Preferente. El portero local Dani Laparra acudió a su primera convocatoria y ocupó una plaza en el banquillo, lo mismo que Ángel, que por segunda consecutiva no disputó ningún minuto. Al comienzo de la segunda parte llovió por espacio de unos minutos.

El trío del centro del campo del Sporting Oliver se comió a Guillermo y Coke. Ni Dani ni Posados ayudaron tampoco a arreglar ese desequilibrio

El trío del centro del campo del Sporting Oliver se comió a Guillermo y Coke. Ni Dani ni Posadas ayudaron tampoco a arreglar ese desequilibrio

Ya con el 0-2, el Rompeolas dibujó una línea de solo tres defensas y adelantó a Manu al centro del campo. Joaquín salió por la derecha y David dio el relevo a Ernesto.

Ya con el 0-2, el Rompeolas dibujó una línea de solo tres defensas y adelantó a Manu al centro del campo. Joaquín salió por la izquierda y David acabó dando el relevo a Ernesto.

TORRE RAMONA. El Athletic Rompeolas se dio de bruces contra el orden y el acierto del Sporting Oliver y cayó goleado en su feudo por 0-4, una derrota abultada con la que se baja del pedestal al que se había aupado tras su notable actuación en La Cartuja. A los visitantes, que no conocían hasta ahora el triunfo, les bastó con explotar los errores de su rival para firmar un triunfo incontestable.

    Dos graves errores dinamitaron las buenas intenciones de los de Kike, que salieron a tocar la pelota desde atrás de forma decidida tras las buenas sensaciones transmitidas de los dos primeros partidos. La primera pifia llegó muy pronto: en el minuto 6, Guillermo, varias marchas por debajo del nivel ofrecido en actuaciones recientes, perdió una pelota en el centro del campo con la defensa abierta de par en par y entre Ricardo, Francisco y Samuel montaron un contragolpe electrizante que puso el 0-1 en el marcador. Nadie avisó al medio centro del Rompeolas de la estrecha vigilancia a la estaba siendo sometido y él mismo pecó de exceso de confianza al pretender darse la vuelta con la pelota sin salir trasquilado.

     El segundo desliz sucedió ya en el segundo tiempo, minuto 55, cuando el Rompeolas arrinconaba a su rival por empuje y no por juego. Manu acudió a despejar de cabeza un saque de puerta en largo del guardameta rival y con autoridad gritó su nombre, pero Arrébola solo oyó campanas y se montó a lomos de su compañero. Del ovillo de centrales se aprovechó Francisco, que no acudió al salto y sí a su cita con el mano a mano frente a Javi, al que batió con tranquilidad, 0-2.

    Pero detrás de esa primera lectura del partido, tan superficial como raquítica, surge la clave: la superioridad del Sporting Oliver en el centro del campo, espacio que hasta este partido había dominado el Rompeolas. El triángulo formado por Óscar (dorsal 19), director del juego y certero pasador, y los jabatos Giménez (11) y Ricardo (17) se comió desde el primer momento a la pareja de medios centros Guillermo-Coke planteada por Kike. Superiores en número e intensidad, atosigaron la circulación de la pelota y cortocircuitaron la conexión con la vanguardia formada por Posadas y Dani. Con esa disposición, a los visitantes les bastó con presionar a partir de los límites de su campo, esperar los fallos del Rompeolas y salir rápido al contragolpe.

    La zona ancha fue el caballo de batalla durante todo el choque. Antes del descaso, el banquillo rompeolense situó a Alberto junto a Guillermo para dar libertad y aire a Coke, demasiado atareado en labores defensivas. El movimiento sirvió para dominar el juego aéreo y que el equipo diera un paso adelante, pero no acabó con la superioridad del adversario y encima contribuyó al desorden colectivo.

     Con el paso de los minutos, Manu se incorporó también a la sala de máquinas y Joaquín salió para dar nuevos bríos por la banda izquierda, pero el Rompeolas empujaba con poco más que corazón. Alberto tuvo una ocasión clara tras recortar dentro del área al central Gutiérrez, pero su chut se fue arriba, lo mismo que un remate en carrera de Coke tras centro desde la derecha. Antes Posadas había disfrutado de tres ocasiones de gol, siempre repitiendo el patrón de cabalgada en solitario por huecos abiertos por el flanco derecho, pero dos de sus lanzamientos no encontraron puerta y el tercero fue desviado a saque de esquina (erró el árbitro señalando saque de puerta). Quien estuvo más cerca del gol fue una vez más Adrián, que en el lanzamiento de una falta cerca de la frontal colocó el esférico en la misma escuadra izquierda, pero en esta ocasión el portero del Sporting Oliver sacó una mano providencial.

    Para desesperación de los locales, el Sporting Oliver explotó con acierto los contragolpes y colocó dos nuevos goles en el marco de Javi, que aun así evitó el sonrojante quinto tanto sacando una buena mano en el duelo frente a Francisco.

    Haciendo uso del bisturí analítico, debajo de esas capas de desacierto y ofuscación, aparece la fatalidad de las ausencias. Si en las dos primeras jornadas el Rompeolas había destacado por sus convocatorias mayoritarias, en esta ocasión se amontonaron las adversidades. Primero, la lesión de Julio, en estado de dulce y, como queda demostrado, pieza fundamental en el engranaje del centro del campo, donde tampoco se pudo ver a Pablo, nuevamente ausente. Después, las bajas de última hora de Héctor y Jordi (este por fin iba a reaparecer tras caer lesionado en pretemporada), que trastocaron los planes de Kike. Y la demora de Joaquín, que solo pudo aportar algo en el segundo tiempo.

       Con un triunfo nadie se abría acordado de las ausencias, pero estas no dejaban de ser relevantes. El Athletic Rompeolas apostó por no tocar su solvente línea defensiva y naufragó en el centro del campo. Luego desvistió un santo para tapar otro, pero las vías de agua se duplicaron. La goleada llegó por arriesgar. El equipo se siente obligado a dar más y por eso no dejó de intentar llegar al marco rival, aunque se diera una y otra vez cabezazos contra la misma pared.

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