Mortis FC 2 Athletic Rompeolas 1
Un tropiezo de los que no se olvidan
El Athletic Rompeolas pierde de forma increíble tras desperdiciar numerosas ocasiones claras de gol y verse sorprendido en dos acciones aisladas por un Mortis FC que acaba con nueve jugadores
Mortis FC 2
Félix Ruiz, Diego García, Adrián Giménez, Jorge Muñoz, Víctor Salinas, Sergio Yagüe, José Ignacio Gracia, Mario Varona, Daniel Pérez, Daniel Marquina, Ángel Pueyo.
Athletic Rompeolas 1
Javi Ricón; Kike (Jordi, 56), David González, José Antonio, Joaquín; David Soriano, Rober, Dennis, Dioni, José Manuel, Santi Mur (Mario Lafuente, 77).
Goles: 1-0, min. 45: Ángel Pueyo. 1-1, min. 59: Dennis. 2-1, min. 71: José Ignacio.
Árbitro: Stefan. Amonestó a los locales Ángel Pueyo, Daniel Cordero y Adrián Giménez y a los visitantes Kike, David Soriano, José Antonio y Jordi.

Dennis, con dos botas diferentes y ajenas. Con la gris marcó su primer gol con la camiseta del Rompeolas.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimoquinta jornada de Segunda preferente disputado en las instalaciones del Parque Deportivo Ebro. El choque comenzó con retraso por la demora del partido anterior que enfrentó a La Parada Deportivo Onairam y Bar Estudiantil (4-3 para los locales). En el Rompeolas, ante las ausencias en la portería de Dani Laparra y Pablo, se colocó bajo los palos Javi Ricón con su mítica camiseta de Zaparaín. .Y Dennis esta vez se olvidó de sus botas. Tras probarse varios pares de compañeros suplentes, pudo disponer de unas botas prestadas gentilmente por un jugador de Las Cañas (viejo conocido del Rompe que ahora milita en Segunda, grupo 1), que acababa de terminar su encuentro en un campo anexo. José Antonio recibió la quinta cartulina amarilla, por lo que la próxima jornada cumplirá un partido de sanción por acumulación de amonestaciones.
PARQUE DEPORTIVO EBRO. Derrota de difícil digestión la sufrida por el Athletic Rompeolas frente al Mortis FC (2-1), que pone fin a una estupenda racha de ocho jornadas consecutivas sumando al menos un punto. Cuesta asumir un tropiezo así, frente a un rival que, con sólo nueve jugadores tras la marcha en el descanso, sin recambio, de Daniel Pérez y la lesión muscular en los últimos minutos del potente Jorge Muñoz, acabó acorralado en su área.
Después de un primer tiempo jugado de tú a tú en un once para once lleno de alternativas y buen juego por ambos bandos que no alteró el marcador, el Mortis, ya con diez, logró el 1-0 aprovechando una rocambolesca acción trufada de calamidades . Luego sufrió el acoso del Rompe y cedió el empate, pero salió vivo de las numerosas y claras llegadas visitantes, y acabó sorprendiendo a la zaga avispa en un contragolpe mortífero maravillosamente culminado por José Ignacio Gracia.
El Rompeolas aún no sabe por dónde le vino el puñetazo a la cara. Firmó una buena primera parte en el once para once y luego, pese al mazazo del 1-0, se sobrepuso y, animado con la salida de Jordi, puso cerco al área de Félix Ruiz, que para no ser portero cuajó la actuación de su vida con los guantes. Empató y disfrutó de ocasiones suficientes para haberle dado la vuelta al resultado, pero se cegó buscando el triunfo y dejó desprotegida la retaguardia. Aun así, volvió a la carga para salvar al menos un punto. Tuvo tiempo y acercamientos para ello, pero la derrota fue inevitable.
Un desliz grave por cómo se desarrolló el choque porque no es de recibo desaprovechar que tu adversario se quede con nueve y ni tan siquiera ser capaz de rescatar un punto. Pero también por cómo queda la clasificación tras conocer el resto de resultados. De haber sumado algo, el conjunto de Torrero se habría sostenido en la parte noble. La debacle, en cambio, le hace mirar otra vez hacia abajo ante los rivales que se avecinan. El descenso está a cinco puntos, pero la AD Urriés tiene un partido menos y la próxima jornada visita a un casi desahuciado Salamero.
Y conviene no pasar por alto el dato de los goles encajados. El Rompeolas sigue siendo el segundo equipo de Segunda Preferente que menos tantos recibe (18) , pero en tres partidos ya ha visto perforada su portería en seis ocasiones, a dos por encuentro. Ese no es el camino.
6 goles encajados en 3 partidos
Buen primer tiempo
Mortis CF y Athletic Rompeolas brindaron un entretenido primer asalto con ocasiones claras de gol en ambas áreas y un juego elaborado. Los locales, pese a presentarse con lo puesto, volvieron a mostrarse mandones en el juego y muy peligrosos en cada acercamiento. Dispusieron su habitual línea de tres zagueros con un centinela por delante y el apoyo de Sergio Funes, Daniel Marquina como cerebro y José Ignacio Gracia y Daniel Pérez moviéndose en posiciones intermedias para hacer dudar a los laterales visitantes. Mario Varona jugando de espaldas y amenazando siempre desde la segunda línea y Ángel Pueyo como peligro constante.
Detrás del bache local de cuatro jornadas consecutivas sin vencer se encontraba, entre otras cuestiones, la falta de efectivos, pero no la pérdida de calidad. Su banquillo, carente de efectivos disponibles, se entregó a los placeres mundanos mientras los once de blanco peleaban por los tres puntos. Por su parte, el Rompeolas presentó batalla con las bajas de sus dos guardametas, Posadas, Juan, Ernesto y Ángel. Javi Ricón asumió la responsabilidad de colocarse bajo los palos. David González acompañó a José Antonio en el eje de la zaga, Joaquín y Kike ocuparon los laterales y, en el centro del campo, David Soriano, Rober y José Manuel se repartieron la sala de máquinas, con Dennis y Dioni por las bandas y Santi Mur como referencia atacante.
Los avispas optaron por la prudencia de inicio y aguardaron en su campo, pero poco a poco las combinaciones de su centro del campo descubrían espacios a la espalda de Marquina y opciones para que el talento de José Manuel nutriera de balones a Dioni por la derecha y Santi Mur a la espalda de los centrales. Tras un contragolpe local que acabó con un disparo lejano de Pueyo que Javi, bien colocado, atajó sin problemas, el Rompeolas se acercó por dos veces al portal de Ruiz. Primero José Manuel centró desde la derecha y Santi no llegó al remate por poco y luego, tras otra buena jugada de varias combinaciones por el centro y la parte derecha, Dioni terminó rematando forzado dentro del área.
El Mortis se asomó nuevamente al área de Javi con un disparo lejano de Pueyo y, en la que fue su mejor ocasión del primer tiempo, con un lanzamiento al palo de Daniel Pérez tras sacar templado Marquina una falta lateral provocada innecesariamente por Dioni. Los locales generan muchísimo peligro a balón parado, no ya por su poderío aéreo, que también, sino por la decisión y contundencia con la que acuden a sacar provecho de las segundas jugadas. Como en esta ocasión, en la que tras el envío cerrado al área pequeña el balón quedó suelto y Pérez, más vivo que nadie, remachó de primeras al palo.
Respondió de forma espectacular el Rompeolas, con un centro de Santi Mur desde la derecha y una chilena descomunal de José Manuel que dejó a todo el mundo con la boca abierta. El balón se marchó a la izquierda de Félix Ruiz, quien aún tuvo tiempo de lucirse despejando de forma increíble un remate de volea de Mur en un saque de esquina.

Descanso al sol del Rompeolas. José Antonio, sin media en su pierna izquierda, se duele de una fuerte entrada.
En el descanso el Mortis FC se quedó con diez jugadores por la marcha de Daniel Pérez pero, pese a ello, consiguió adelantarse en el marcador tras una extraña jugada. Los locales colgaron un balón en el área del Rompe, Rober recogió el rechazo e intentó salir jugado, pero perdió la posesión. El esférico regresó al área de Javi mediante un envío frontal y potente. David Soriano estiró su pierna derecha tratando de cortar el envío y quedó maltrecho sobre el verde tras girársele el tobillo, también derecho, por el impacto. El delantero local Ángel Pueyo, detrás suyo, recogió el balón y con sangre fría hizo un amago a Javi Ricón y envió el balón a la red, 1-0.
El conjunto blanquillo se replegó en su campo para administrar tanto la ventaja en el marcador como la inferioridad numérica, mientras el Rompeolas se recomponía del disgusto. Los avispas pasaron a dominar y se sucedieron las llegadas. Un lanzamiento de falta de Joaquín que se marchó alto, varios centros al área…
Los visitantes mejoraron notablemente con la entrada de Jordi, en sustitución de un amenazado Kike, ya con cartulina amarilla. El enfant terrible del Rompeolas revolucionó el ataque de su equipo por la banda izquierda formando tándem con Joaquín y, de paso, obligó a recolocar de forma acertada el equipo. Dioni pasó al lateral derecho, Santi Mur dio profundidad ofensiva por esa misma banda y Dennis entró más en juego como delantero centro. En el minuto 59, Jordi se marcó una jugada de lujo: hizo la pared con Joaquín y se hizo un autopase de tacón para superar al último zaguero antes de entrar en el área. Dennis se coló en la escena recogiendo el balón y tras orientarse con el cuerpo sorprendió al portero del Mortis con un disparo que se coló en la red por el palo corto, 1-1. Es el primer tanto del navarro con la camiseta rompeolense. Quizá fue cosa de esas botas ajenas.
Hay que imaginarse la jugada. Joaquín caza un balón suelto en el área y su remate se marcha por encima del larguero por poco.
El Mortis se vio apurado y activó el protocolo contundencia. Pueyo, éste ya con tarjeta, y Marquina cortaron el juego visitante con varias entradas fuertes en el centro del campo. El árbitro, un tipo histriónico y agitado y con gusto por los aspavientos, se reservó las amonestaciones para castigar las protestas y las faltitas del Rompeolas. El proceder local y la inacción del árbitro sacaron del partido al hasta entonces un inspirado Jordi, que a punto estuvo de marcharse a la ducha antes de tiempo cuando hizo mención de revolverse tras una patada por detrás de un rival.
La euforia se apoderó del Rompeolas. Por haber logrado el empate y por tener acogotado a un rival tan temible. Los blanquillos achicaban balones que recogían David González y Rober y los enviaban rápidamente a las bandas para volverlos a colgar al área rival. Joaquín, soberbio en la mañana del domingo, remató primero de cabeza un balón dentro del área que casi se cuela en red y luego enganchó de volea un envío al segundo palo al que Félix Ruiz respondió de forma milagrosa desviando con su pierna derecha a córner. El ansia de triunfo cegó al conjunto de Torrero, que descuidó su sistema defensivo. El banquillo llevaba varias jugadas reclamando el repliegue rápido de los cuatro de atrás, especialmente de un desbocado José Antonio que se había sumado casi definitivamente al ataque.
No sirvió de nada. la salida fulgurante del Mortis al contragolpe pilló fuera de sitio al Rompeolas. Nadie presionó a Marquina, quien envió un balón en largo a la espalda de los dos centrales a la carrera. Entre ellos se coló José Ignacio Gracia, dorsal 99, que de primeras envió un globo que superó a un Javi Ricón a media salida. El balón, frenado por el viento, se coló en la portería del Rompeolas ante el júbilo de los locales. «El gol de su vida», sí, puede ser, pero el Mortis cuenta con jugadores que hacen esos goles de su vida. La cuestión más bien es cómo pudo concederse esa jugada en un momento en el que el empate era quizá un resultado escaso, pero muy valioso. Y lo más importante, las acciones de ataque se venían sucediendo sin necesidad de poner en riesgo el equilibro defensivo.
El Athletic Rompeolas sacó moral no se sabe de dónde y volvió a la carga a falta de nueve minutos más los tres de añadido. Puso balones en el área mediante envíos desde las bandas, faltas con rosca y saques de esquina en un ambiente de gran incredulidad y acierto menguante. El defensa local Jorge Muñoz sufrió una lesión muscular apurando una carrera por la banda y tuvo que retirarse en los últimos minutos. El Mortis era una muralla de nueve torres dentro de su propia área ante los desesperados intentos de los visitantes. David Soriano tuvo el empate en un remate de cabeza en el área pequeña que no pudo precisar más por verse deslumbrado por el sol. Pero no hubo manera de evitar la derrota frente a un equipo de tan sólo nueve jugadores sobre el campo. Lo que no se valora se acaba perdiendo.