Modas SEI Bella 1 – Athletic Rompeolas 1

Un punto que pudieron ser tres…
y ninguno también 


Mal negocio el de esperarse a despertar cuando tu rival ya te ha pasado por encima, cuando se ha mostrado más vivo y agresivo y se ha puesto por delante en el marcador. Es lo que volvió a ocurrirle la pasada jornada al Athletic Rompeolas frente al Modas SEI Bella (1-1).

De poco sirvió la debacle también a domicilio contra Las Cañas (3-0) de hace quince días. Los avispas salieron un domingo más a verlas venir y recibieron un rotundo sopapo futbolístico de un conjunto que, además de los colores del uniforme, el terreno de juego como local y algunos futbolistas, conserva el nervio competitivo del extinto Bar El Templo.

La indicación en el vestuario fue salir y mostrar con hechos una determinación inequívoca para buscar el triunfo desde el inicio. Y lo que aconteció en el campo fue que a los 30 segundos los locales botaron un saque de esquina que por muy poco no encontró un rematador certero dentro del área.

Juan y Alberto forman la barrera del Rompeolas.

A partir de ahí, los balones divididos siempre fueron para los de rosa. La presión y las faltas en la salida del balón, las recuperaciones tempranas, los contragolpes y la posesión mayoritaria, también.

El planteamiento dispuesto por Alberto tampoco ayudó. La idea de acumular el centro del campo a Rober, Juan y Soriano fracasó por el inexistente reparto de tareas entre tres medios centros que solo se estorbaron. Al equipo le faltaba presencia en ataque y la segunda línea defensiva quedaba muy atrás.

Para colmo, la defensa cortocircuitó con la movilidad y combatividad del punta local Diego Mauricio Guillón hasta el punto, incluso, de cuestionarse la norma de equipo de no salir al fuera de juego. Marcajes con la vista y por delante, espaldas descubiertas y duelos de velocidad en desventaja. La mañana, como quince días antes, apuntaba a naufragio. Algo que se asentó en el ambiente muy pronto con el 1-0, obra precisamente del 9 del Modas SEI Bella. Una salida en falso de la defensa del Rompeolas, una reclamación de fuera de juego en vano… y Guillón batió con comodidad a Óscar.

Los locales siguieron atacando y disfrutaron de más ocasiones mientras los avispas iban tapando agujeros poco a poco. El cambio de sistema, con los desplazamientos de Juan a la derecha y Kike arriba; la reconvención de los dos centrales, tanto por su despiste como por su blandura, mejoraron la versión del Athletic Rompeolas, que no solo se marchó vivo al descanso —clave, a la postre, para poder arañar un punto—, sino que, incluso, fue capaz de igualar el tanteador por medio de Santi tras una combinación dentro del área con Kike Navarro.

La charla del descanso sirvió para exponer cuestiones como por qué hay que esperar a encajar un gol para despertar, por qué un central consiente recibir más golpes que el delantero al que ha de marcar, por qué el balón se escapaba con tanta facilidad y por qué todos los duelos individuales se perdían por falta de intensidad.

Alberto y Diego Guillón pugnan en el aire por el balón dentro del área del Athletic Rompeolas.

La contienda en el segundo tiempo resultó más equilibrada, con alternativas por ambos bandos. Los locales reclamaron un posible penalti por agarrón de Mario a un rival que le había ganado la espalda, pero el árbitro señaló la falta al borde del área. En esa acción y en un par más, también a balón parado, Óscar volvió a mostrarse atento y bien colocado para despejar el peligro.

Por su parte, Juan, nueva comisión de servicios para el 20 del Rompeolas, selló esa grieta en el lateral izquierdo y colaboró con González en el secado del 9 del Modas SEI, como nuevo integrante de una defensa que ya se venía mostrando más expeditiva. La entrada de Edu y Miguel y el paso de Kike al centro del campo dieron nuevos aires al ataque avispa, que comenzó a acumular llegadas muy claras al área local.

El portero local ataja el balón tras el disparo inocente de Miguel.

Si el Modas SEI Bella se había quejado en el primer tiempo de que no se le dejaba jugar porque el árbitro castigaba como falta todos sus robos en el centro del campo, ahora mostraba su contrariedad por todos los robos que sufría por la presión del Rompe (la mayoría, igualmente castigados con falta). Miguel, Kike, Santi… el Rompeolas tuvo el triunfo en sus botas, pero estos no supieron concretar los contragolpes en superioridad numérica.

El enganche final de Toño y el local Fran, cuales ciervos enfrentados mientras el balón rodaba por otro lado, acabó con los dos jugadores expulsados. Ello convirtió los últimos minutos del partido en un carrusel de emociones en el que pudo ocurrir cualquier cosa hasta el punto de que, pese a las ocasiones desperdiciadas el empate casi hubo que darlo por bueno.

Es lo que tiene conceder ventaja de inicio.

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