Mañana sin fútbol

La incomparecencia del árbitro designado impide la disputa del Rayo Pinares – Athletic Rompeolas de la duodécima jornada de Laboral Segunda Preferente


GINER. El partido de la duodécima jornada de la Laboral Segunda Preferente que enfrentaba esta mañana al Rayo Pinares y el Athletic Rompeolas, fijado para las 08.15 horas, ha quedado aplazado por la incomparecencia del árbitro designado. Ambos conjuntos han salido a calentar minutos antes de la hora del comienzo y, tras comprobar que el juez de la contienda no aparecía, han permanecido sobre el terreno de juego y también junto a las puertas de los vestuarios por espacio de más de media hora. Durante ese tiempo ni el propio árbitro ni varios responsables de la asociación han atendido las reiteradas llamadas telefónicas efectuadas por miembros de ambos equipos.

En última instancia, un portavoz de la asociación ha confirmado que el árbitro designado no se encontraba en disposición de acudir a dirigir el encuentro y ha dado vía libre a ambos equipos para que se pusieran de acuerdo sobre qué hacer.

Pese al trastorno que supone arrastrar una jornada aplazada por causas ajenas, el Athletic Rompeolas ha optado por no disputar el partido sin árbitro y, en su lugar, ha disputado una pachanga de fútbol siete a medio campo entre sus jugadores convocados. El Rayo Pinares, por su parte, ha vuelto al vestuario para cambiarse.

Ahora sobre la mesa hay dos primeras fechas libres en el calendario. Son el próximo domingo 29 de diciembre y el 5 de enero, pero, tras una rápida consulta realizada en ambos planteles, ninguna es del agrado de ambos  equipos por las numerosas ausencias que conllevarán los próximos días de  desplazamientos familiares y celebraciones navideñas. 

El aplazamiento supone un claro perjuicio tanto para Rayo Pinares como para el Athletic Rompeolas, que ahora deberán ponerse de acuerdo para fijar una fecha. Las convocatorias, los estados de forma, las rachas, los jugadores sancionados, la propia clasificación … todo eso se verá alterado la próxima vez que ambos conjuntos se vean las caras.

Pero, con todo, lo grave no es que un partido tenga que aplazarse porque no aparezca el árbitro. Cualquiera puede sentirse indispuesto o sufrir un contratiempo. Lo que resulta inadmisible es que ni el propio interesado comunique tal circunstancia, ni ningún responsable atienda el teléfono en un periodo de tiempo razonable (casi tres cuartos de hora después de la hora fijada para el comienzo del encuentro).

Lo sucedido esta mañana es una nueva muestra de la falta de seriedad de la competición y la pasividad de quienes deberían velar por ella. En pocos días, un árbitro ha considerado irrelevante rellenar convenientemente un acta, un comité ha tardado quince días en entender y darse por enterado de un escrito de reclamación y un equipo que actuaba como visitante se ha presentado a un partido con su primer equipaje, coincidente por completo con el del equipo local y ha terminado jugando con una ensalada de colores entre azul, verde y amarillo.

QUINCE CONVOCADOS

La improvisada pachanga prenavideña del Rompeolas ha contado con un total de quince jugadores más la incorporación del hijo de Toño, que a su temprana edad ha mostrado control de la pelota, acierto en el pase y visión de juego. Han participado Adrián, Ernesto, Joaquín, Kike, José Antonio, Denis, Santi Mur, Juan, José Manuel, David Soriano, Toño, David González, Ángel, Posadas y Alberto.

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