Intersport Leciñena 3 Athletic Rompeolas 0
Tocaba revolcón
El irregular Athletic Rompeolas equivoca la estrategia y se estrella en Leciñena de forma estrepitosa frente al penúltimo de la clasificación
Los de Kike se muestran inoperantes en ataque y débiles en defensa frente al juego directo sobre los puntas locales Ispas y Constantin
Intersport Leciñena 3
Bolea (Jesús Murillo, 60); Javier Murillo, Carlos Murillo, Montesa, Gugiu; Jiménez, Albero (Valverde, 40), José Murillo (Escanero, 70), Armeni; Constantin (Marcén, 60), Ispas.
Athletic Rompeolas 0
Javi; Julio, Arrébola, Kike, David González; Rober, Guillermo, Ángel (Alberto, 71), Pablo; Augusto, Joaquín.
Goles: 1-0, min. 5: Jiménez. 2-0, min. 7: José Murillo. 3-0, min. 555: Ispas, de penalti.
Árbitro: Iranzo Pasamar. No hizo constar tarjetas en el acta.
Incidencias: Mañana de cielo nublado. En el segundo tiempo, además, sopló un poco de aire. Después de varias semanas amagando, Alberto volvió a jugar unos minutos tras siete meses de ausencia por lesión.
LECIÑENA. El mismo equipo que fue capaz de derrotar al líder y cortar su racha de siete partidos invicto, cayó ayer de forma estrepitosa (3-0) frente al Intersport Leciñena, penúltimo de la Laboral Segunda Preferente. Ese es el Athletic Rompeolas, un equipo capaz de lo mejor y de lo peor. Por eso se encuentra en la mitad de la tabla, con seis triunfos y seis derrotas.
Después de la gran secada, la gran remojada. El conjunto naranja echó todo a perder en siete minutos. Eso tardaron los leciñenenses en destapar las vergüenzas de su sistema fallido y endosarle dos goles. Luego llegó el tercero. Y pudieron ser muchos más a lo largo y ancho de un tortuoso encuentro que siempre pilló a los visitantes a contrapié. Cuesta identificar al Intersport Leciñena como un conjunto que vaya a pasar apuros a final de temporada, pero si hasta ayer sólo había sumado 8 puntos tiene que ser por algo. La pasada temporada comenzó igual y luego protagonizó una espectacular segunda vuelta que lo devolvió a los primeros puestos de la tabla.
Error de concepto
Se equivocó el conjunto de Kike. Quién sabe si confundido por su reciente éxito frente al CD Veteranos Garrapinillos, se sintió en la falsa obligación de sentar cátedra frente al antepenúltimo. exhibiendo un juego de toque desde atrás del que pocas veces puede presumir. Fió su suerte al pretendido talento de un novedoso centro del campo formado por los reaparecidos Rober y Guillermo hasta el punto de relegar a los laterales a dos locomotoras como Julio y David González. Cegado por la calidad de esa dupla, tampoco hacían demasiada falta ni las bandas ni los apoyos (con y sin balón) de al menos uno de los puntas. A falta de un delantero, dos.
Después de dos circulaciones de la pelota en defensa a paso cansino, la realidad vino a golpear turbadora sobre esa estrategia de pitiminí. Al Intersport Leciñena le bastó con poner en práctica el juego directo con un envío en largo a la espalda de los centrales naranjas para desnudar las carencias de su rival. Javi, al borde mismo del área, cortó con el pecho un balón con el que ya se relamía Constantin e Ispas voleó cerca de la red como tarjeta de visita. La pareja de delanteros llamaba temprano a las puertas del gol.
Esté llegó en el ataque siguiente. Gugiu dobló por la banda izquierda a José Murillo como los carrileros de antaño y centró en carrera al corazón del área. Javi salió en falso y el balón suelto lo remachó Jiménez a la red, 1-0.
Sin tiempo ni para hacérselo mirar, la zona central del Rompeolas se abrió en canal y por allí avanzó Ispas como un transatlántico. Su tiro desde la frontal fue despejado por la oportuna parada abajo de Javi, pero el balón suelto lo acabó empujando José Murillo a la red, 2-0. Sólo era el minuto 7.
Persistió en el error el Rompeolas, obstinado en una idea que no funcionaba. Tocar atrás era buscarse la ruina. Ispas acudió a la presión y se merendó el balón como el lobo se quedó con la cesta de Caperucita. El espigado atacante del Leciñena se fue de todos con su zancada poderosa y picó por encima ante la salida de Javi. Como refleja la imagen de abajo, el tercero estuvo cerca.
Tal y como estaban las cosas, parecía que el Rompeolas jugaba en inferioridad numérica. Su inciativa llegaba sólo hasta el centro del campo local. La banda izquierda, ocupada por Ángel, sólo servía para un breve apoyo y un incierto toque de primeras. En el flanco derecho, Pablo obstruía el carril partiendo desde el centro en lugar de abrir el campo y sus escasas incursiones, lo único potable en ataque, fueron avances fruto del pundonor y el juego de choque. Arriba, Joaquín y Augusto no hablaban el mismo idioma.
El segundo, con la tarea encomendada de apoyar al medio campo, se empeñó en retener la pelota en lugar de darla de cara y buscar la espalda de inmediato a una defensa local echada a la bartola por la ausencia de trabajo.
Y, en el centro del campo, Guillermo y Rober iban de cráneo. No llegaban nunca a la presión y cuando trataban de repartir juego se encontraban el marcaje pegajoso de sus rivales. Jiménez y Albero lo tenían claro. Cortar y enviar en largo a los puntas. El juego, al final, se resumía en un duelo desnivelado de dos contra dos entre la pareja de delanteros formada por Ispas y Constantin, altos, fuertes, veloces y de amplia zancada y los defensas Arrébola y Kike. Por más que el discurso dijera que el Rompeolas jugaba con cuatro defensas, dos de ellos centrales, al final Julio trataba de aportar criterio en la parte derecha del centro del campo y David González tenía que cerrarse para auxiliar a sus compañeros. Los naranjas jugaban sin bandas. Justo lo que mejor le venía al Intersport Leciñena.

FÚTBOL LABORAL. Julio trata de entorpecer el control de Ispas para evitar el contragolpe de los locales.
Con el 2-0 de ventaja los locales levantaron el pie del acelerador. Es permitió que el Rompeolas llegase al área y se percatase de que el portero local estaba lesionado. Por eso Bolea sacaba siempre en corto y cuando no le quedaba más remedio, golpeaba el balón como podía. Ni por esas. Primera llegada a puerta, minuto 23: Un tiro de Joaquín que salió desviado. A título de inventario. Luego Julio acabó la jugada con otro tiro forzado. Apunten dos llegadas. La tercera, quizá la más clara, otro chut de Joaquín que que Bolea atajó en dos tiempos.
En el segundo tiempo el Rompeolas trató de ganar presencia en el centro del campo. Intercambió de posición a sus laterales (Julio y David González) e interiores (Pablo y Ángel). Los naranjas pisaron con más frecuencia campo ajeno, pero sus llegadas nunca fueron claras. La más clara, una perfecta secuencia de paredes con al que Julio se plantó dentro del área con opción de tiro, pero tan justo de fuelle que no tuvo resuello ni para dejarse caer cuando le arrebataron el balón en el último instante antes de chutar.
Faltaban ideas y pegada. De eso andan sobrados en Leciñena. Armeni robó en el lateral derecho, vio salida por la misma banda y hacia allí envió un pase largo, a la carrera del depredador Ispas. Ángel se apartó de su trayectoria como se orillan los coches pequeños cuando por el carril izquierdo viene a toda velocidad un vehículo de alta gama. Arrébola salió a su encuentro dentro del área pero poco más pudo hacer ante el quiebro maestro del punta local que desviar el posterior tiro con la mano derecha.
El árbitro no dudó en señalar la pena máxima y el propio Ispas, después de numerosas ocasiones frustradas, pudo firmar un tanto propio, el tercero. Así fue el lanzamiento:
El tercer gol local acabó con el sueño de la remontada. El Intersport Leciñena dio entrada a los menos habituales y dio descanso a su portero maltrecho. Con todo y con eso, le seguía dando para acumular nuevas llegadas al contragolpe. Fue una mañana de padecimiento hasta el pitido final.
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