El Rompeolas da la sorpresa y mantiene firme el pulso con los de abajo
Fleta Laboral 1 Ndiaye; Pedro, Cortés, Nicolae, Tamayo, Martínez (Rivas, 50), Youssef, Brahim, Mangafa, Gabarre, Gantea (Ghic, 40).
Athletic Rompeolas 2 Javi; Julio, Arrébola, José Antonio, Alberto; Pablo, Jordi, Raúl Joaquín (Ernesto II); Adrián (Ángel, 83), Dani (Mario, 75).
Goles: 0-1, min. 26: Adrián. 1-1, min. 31: Gantea. 1-2, min. 56: Adrián.
Árbitro: Herrero López. Amonestó con tarjeta amarilla a Tamayo, Rivas, Ndiaye, Ghic y Gabarre, por el Fleta Laboral, y a Joaquín y Jordi, por el Rompeolas.
Incidencias: lluvia intermitente durante todo el choque. El Rompeolas contó con presencia de varios aficionados que apoyaron desde el banquillo y la banda.
CMD DELICIAS. Respuesta de carácter la ofrecida por el Athletic Rompeolas, que, con dos goles de Adrián, dio la campanada en el feudo del Fleta Laboral logrando una victoria muy trabajada (1-2) que comprime al máximo la clasificación por la parte de abajo.
Antes del choque y desde la banda, la plantilla del Rompeolas vio cómo subía alarmantemente la marea: el Artideco, rival directo en la pelea por la permanencia, goleaba a un irreconocible Bar Estudiantil. Sin ideas, sin orden y sin pulso defensivo, los de La Cartuja caían con estrépito por 4-0. Un resultado que tensaba la soga al cuello de los de Kike y hacía imperiosa la machada en el CDM Delicias. Una empresa harto complicada como ya se sabía –el Fleta solo había perdido dos partidos en casa, frente al Bar Estudiantil (1-2) y frente al Nueva Varela (1-3)– y se pudo comprobar desde el pitido inicial. Los locales manejaban la pelota con suficiencia en el centro del campo y buscaban hacer daño en cada jugada a balón parado gracias al poderío físico de la mayoría de sus futbolistas.
El Rompeolas supo ver el empaque del rival y, además de mostrarse firme y contundente en zona defensiva, contemporizó al máximo cada acción para inyectar un sedante al juego, que se desarrollaba casi siempre en su campo. Ese empeño ralentizador y lo ajustado de los marcajes por ambos bandos propiciaron 20 minutos de fútbol atascado por numerosas interrupciones: faltas, choques, caídas y balones enviados fuera para atender a los lastimados.
Pese al agobio, Joaquín destapó una posible vía de agua en el rocoso adversario: su flanco izquierdo. Por allí se marchó varias veces en velocidad del lateral Pedro Mochales, aunque sus envíos llegaron mansos a los dominios de Ndiaye. Sin embargo, el boquete acabó apareciendo por el centro. Adrián, Raúl y Jordi ya lo habían sugerido en una triangulación previa y fue nuevamente Jordi el que sorteó a un par de rivales en la zona ancha y sirvió un balón adelantado a Adrián, quien se aprovechó de la falta de reacción de los centrales y del inmovilismo de Ndiaye para domar el balón dentro del área, superar al portero con una finta y empujar la pelota a la red (1-0).
El Fleta Laboral se lo tomó como un mero accidente y siguió a lo suyo, seguro de su mayor potencial. Pero se topó con la misma respuesta contundente del bloque azulón. Por eso su centro del campo apretó los dientes y fue con mayor contundencia a los balones divididos. Nicolae llevó el peligro por la banda derecha tras un cambio de juego que sorprendió a Alberto, pero, después de dejar sentado al lateral del Rompeolas, el atacante local chutó inocentemente a las manos de Javi. El Rompeolas se liberó entonces de la presión y pisó área en varias ocasiones. Especialmente en jugadas a balón parado. En una de ellas, con Arrébola y Alberto en posición de remate, Jordi erró en el bote de la falta y, pese a salvar los muebles en primera instancia, insistió en conducir en lugar de sacar un centro y acabó perdiendo la pelota. Lo que aprovechó el Fleta para salir al contragolpe como alma que lleva el diablo. Arrébola retornó como una flecha para tapar al extremo desdoblado por la banda izquierda, pero no llegó a su centro, que aprovechó Gantea con un toque certero en carrera (1-1). Una jugada llena de inocencia que resultó calcada a la del 0-1 del Atlético Batán hace solo unas jornadas.
El Fleta pudo darle la vuelta al marcador poco después a balón parado. Echando mano de la picaresca, Youssef amagaba en los saques de las faltas –aviso a navegantes– para que la defensa del Rompeolas rompiera la línea defensiva y que así sus compañeros tuviesen más margen para el remate. En una de esas, el cerebro del Fleta colocó con precisión la pelota en el segundo para que una cabeza devolviera el balón al centro del área. Allí, un atacante tocó lo justo a un lado y, cuando el 2-1 parecía inevitable, Javi voló de manera increíble a su izquierda para despejar el esférico a saque de esquina.
En el arranque del segundo tiempo, el Rompeolas volvió a sorprender por el centro. Un Jordi encorajinado burló la vigilancia defensiva del Fleta y se presentó solo delante de Ndiaye, pero su chut se marchó fuera. Los locales, que habían movido el banquillo dando entrada a Ghic en lugar del goleador Gantea, buscaron un juego más directo con Youssef como patrón. El fornido Pedro Mochales pasó de lateral derecho a extremo izquierdo y Nicolae se metió todavía más al centro buscando las cosquillas a la defensa azulona. En una salida al contragolpe del Fleta, su zaga extravió un balón en campo propio y este fue recogido por Alberto, que avanzó fuera de posición y, cerca del área, abrió a la izquierda para Joaquín, pero su pase de la muerte no encontró un rematador amigo.
La temperatura subió definitivamente de golpe sobre el verde del CDM Delicias. Joaquín saltó con contundencia a la presión en el centro del campo, lo que sacó de quicio a Nicolae, que se encaró con él y hasta lo amenazó. Jordi recibió su quinta cartulina amarilla después de perder una pelota y arrojarse a los pies de su rival y Joaquín se ganó otra amonestación por golpear con el brazo en el cuerpo de un centrocampista adversario en otra salida impetuosa. La jugada polémica terminó por desquiciar al Fleta Laboral. Tras una penetración y centro por la banda derecha, el balón golpeó claramente en los brazos extendidos de José Antonio, que, dentro del área, se había arrojado al suelo para cortar el pase. Pero el árbitro parece que no lo vio y ordenó seguir el juego ante la indignación y los insultos –perfectamente audibles– de varios jugadores locales. El señor colegiado ni vio ni quiso escuchar.
La locura llegó en el minuto 56. Adrián se marchó por el centro con dos quiebros y fue derribado cerca de la frontal cuando ya se metía solo en el área. De sus misma bota izquierda, guante de terciopelo, salió una rosca maravillosa que entró por la misma escuadra izquierda del portal de Ndiaye ante la explosión de alegría de la familia del Rompeolas.
Por delante todavía había 25 minutos más descuento que los de Kike supieron manejar con templanza. Mario, Ernesto y, en la prolongación, Ángel dieron oxígeno al equipo. Además, Dani corrió todos los balones largos para tratar de desahogar a sus compañeros. Hubo momentos de agobio nuevamente a balón parado. Se vieron choques, disputas y escarceos. Muchos jugadores del Fleta parecían fuera de sí. Tiraban lejos el balón como signo de desaprobación hacia el árbitro siendo que iban perdiendo, discutían entre ellos, gritaban ante cualquier contacto del rival y protestaban todas las acciones. En los últimos minutos –el árbitro concedió cinco de descuento– Pedro, convertido ya en delantero tanque, fue a buscar un balón aéreo cerca de la frontal y se encontró con el despeje de Alberto, cuya cabeza también impactó en el cráneo del jugador del Fleta. La reacción de este fue apretar los puños y gritar de rabia hasta ponerse verde como hacía el Increíble Hulk. Pero los locales ya no contaron con más ocasiones y en cambio fue el Rompeolas el que pudo sentenciar con varias salidas al contragolpe. En una de ellas, una salida desesperaba de Ndiaye cortó en falta el avance de Adrián, que se resintió de su lesión muscular y tuvo que ser sustituido por Ángel.
El Athletic Rompeolas subió la apuesta en el campo del cuarto clasificado y llega al enfrentamiento directo con el Artideco con una desventaja de dos puntos.