El oficio ya da puntos


Un gol de Posadas y el orden colectivo permiten al Athletic Rompeolas sumar en Alagón su tercer triunfo consecutivo


Pedrusco SBE 0
Israel Torres; Edgar Cook (Luis Aladrén), Javier Lerín (Daniel Armeni), Francisco Javier Sanz, David Gracia Álvarez (Rubén Trigo); Jesús Rodrigo (Miguel Ángel Marín, 56), Diego Jesús Diez, Emilio Gabarre, Marian Matei (Álvaro Marín, 56); Héctor Guerrero, Santiago Gutiérrez.

Athletic Rompeolas 1
Adrián; Mario Lafuente (Daniel Pablo, 46), Dioni, José Antonio, Sierra; David González, Toño, José Manuel, Juan, Posadas (Ángel, 84); Santi Mur (Kike, 68).

Goles: 0-1, min. 34: Posadas, a pase de Santi Mur.
Árbitro: Héctor Calahorra Blasco. Amonestó con cartulina amarilla al local Fernando José Herrero y al visitante José Manuel.
Incidencias: Séptima jornada de Labora Segunda Preferente. Mañana fría por el viento. El jugador del Rompeolas Mario Lafuente lució en esta ocasión el dorsal 23 porque olvidó en casa su zamarra avispa con el dorsal 3 a la espalda. En el minuto 46 debutó el reciente fichaje del Athletic Rompeolas Daniel Pablo, procedente del retirado Café Olé.



LA PORTALADA (ALAGÓN). El Athletic Rompeolas derrotó por la mínima a domicilio al Pedrusco SBE con un gol de David Posadas en una de las escasas combinaciones inspiradas del conjunto avispa, que, en un partido bastante gris, acabó atrincherado atrás con el viento a favor, defendiéndose con orden de las embestidas finales del cuadro local.

El tercer triunfo (consecutivo) de la temporada llegó esta vez por vías hasta ahora poco exploradas: las del rigor táctico y la resistencia defensiva. Frente al torrente ofensivo y el intercambio de goles de otras jornadas, el orden y el sacrificio fueron argumentos suficientes para dejar la portería a cero por segunda vez en siete jornadas y seguir instalado en la parte noble de la clasificación.



La consigna de partida del conjunto de Torrero fue reforzar el centro del campo para ofrecer una imagen más consistente, alejada de las lagunas mostradas semanas atrás. Y por eso planteó un dibujo con tres jugadores -David González, Toño y José Manuel- en la parcela ancha, disposición conservadora con un solo punta -Santi Mur- que en principio compensarían dos extremos bien abiertos a las bandas, Posadas, por la izquierda, y Juan, por la derecha.

Lo cierto es que el Rompeolas se mostró timorato. Comenzó echado atrás, frenado por el viento en contra tras elegir campo los locales, lejos de donde se decidió la suerte de los balones divididos. José Manuel se mostraba incómodo y frío y Juan, por la derecha, daba muestras de que a lo mejor no era su día. Sólo Toño y David González mantenían el tipo acudiendo atrás de apagafuegos.

La defensa, formada esta vez por José Antonio y Dioni, en el eje, y Mario Lafuente y Sierra, en las bandas, levantó una muralla muy cerca de la línea del área grande defendida en esta ocasión por un muy seguro Adrián.

Santi Mur cabeceó alto un servicio templado enviado al interior del área y Posadas probó fortuna con un chut desde lejos que salió fuera desviado. Mientras, el Pedrusco creaba peligro en los lanzamientos de falta cerrados de Santiago Gutiérrez, a los que Adrián respondió con seguridad despejando de puños en varias ocasiones.

Los movimientos de desmarque y arrastre hacia las bandas de los dos puntas locales Guerrero (9) y Gutiérrez (11) provocaron varios desbarajustes en la línea defensiva de los avispas, especialmente por la zona de Sierra. El lateral izquierdo del Rompe acabó fuera de sitio por las dudas que le generaron los repetidos dos para uno de Gabarre (7) y el delantero ya mencionado Santiago Gutiérrez. 

La  necesidad de echar una mano por ese flanco descubierto y la escasa posesión de la pelota en la zona de tres cuartos movió al banquillo del Rompeolas a ejecutar un primer intercambio de posiciones -hubo unos cuantos-. Posadas pasó a ser punta de lanza en ataque y Santi Mur se marchó a la banda izquierda.

Con esa disposición llegó la acción más brillante de los visitantes, a la postre definitiva, para el resultado final. Santi Mur robó una pelota dividida en el centro y se la entregó atrás a José Manuel, que buscó por arriba a Posadas. El 10 del Rompe se apoyó en Santi y éste desbordó al lateral derecho Edgar Cook con un toque de espuela y una carrera apurada hasta el interior del área, donde asistió a un Posadas despierto que acompañó la jugada y, arrojándose al suelo, remachó el esférico a la red. Fue el 0-1, primer tanto de la temporada de David Posadas.  

Consulta aquí la tabla de goleadores del Rompeolas: 

El Pedrusco SBE trató de igualar el marcador pero se encontró una zaga rival más asentada y un Adrián imponente bajo los palos. Sólo alguna duda en los despejes y varias muestras de blandura en balones divididos complicaron la vida a un equipo  que se sintió cómodo pertrechado atrás. 

El segundo tiempo, con el viento ya a favor, era momento de subir las líneas de presión y cobrar mayor protagonismo con la pelota. Y con ese ánimo saltó el Rompeolas al verde de la Portalada. Su nueva colocación le permitió robar balones más arriba, lo que en un primer momento cortocircuitó la salida de balón del Pedrusco SBE.

Pese a ese nuevo espíritu, el Rompeolas apenas pudo meter miedo en el área rival y sólo consiguió conectar varios disparos muy lejanos de José Manuel y Posadas. Para cuando Daniel Pablo saltó al campo en sustitución de un correcto Mario Lafuente, el Pedrusco ya se había vuelto a hacer con el control  del partido.

Los avispas se defendieron con orden y contundencia, pero no pudieron evitar situaciones de evidente peligro. Un remate de cabeza en plancha en boca de gol, un par de disparos desde la frontal y varios balones colgados al interior del área comprometieron la exigua ventaja visitante. 

Un contragolpe iniciado por un mejorado Juan desembocó en una acción de quilates de Posadas, que con un sombrero dentro del área a punto estuvo de quedarse solo delante del ocioso portero local. Fue una de las escasas ocasiones para haber cogido aire. 

En cambio, el Rompeolas se tuvo que atar los machos y resistir como pudo de ahí al final cada vez más encerrado en su campo. El ariete local Héctor Guerrero generó muchos problemas con sus caídas a las bandas, sus controles de espaldas en las inmediaciones del área y un par de disparos que no entraron por muy poco. Con el paso de los minutos, la figura de Adrián bajo los palos se fue agigantando hasta atajar de forma felina un disparo dentro del área que todo el mundo daba ya como el empate. Le acompañaron en ese buen hacer José Antonio y Dioni, ambos especialmente entonados en las acciones de anticipación y corte, pero con alguna duda a la hora despejar o en la distribución de los marcajes a balón parado.  

El banquillo avispa desplazó al centro a Juan, más entero, para encarar un último cuarto de hora de sufrimiento en el que Kike reemplazó a un maltrecho Santi Mur y Ángel entró por Posadas, quedando José Manuel como única referencia ofensiva mientras la defensa frontón del Rompe achicó balones como pudo. 

El segundo tiempo del Athletic Rompeolas, encerrado atrás pese a contar con el viento a favor, afanado únicamente en resistir como pudo las embestidas del Pedrusco,  relativiza bastante la idea fuerza del «oficio» que lleva el título de esta crónica, porque a nadie le hubiese extrañado el empate. Pero los minutos de sufrimiento y, sobre todo, el refuerzo que supone haber dejado la portería a cero marcan el camino. 

EL DATO

Desde que Toño Catalán se ha aupado a la titularidad, las tres últimas jornadas, el Athletic Rompeolas sólo conoce la victoria



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