Débiles en las dos áreas

Athletic Rompeolas 0
Dani Laparra; Ernesto, David González (José Antonio, 30), Juan (Mario, 60), Joaquín; Rober, Soriano (José Manuel, 50), Julio Calle (Ángel, 72), Dennis (Posadas, 41), Dani Barranco, Santi.
AD Bar Estudiantil  4

Goles:
0-1, 0-2, 0-3, 0-4. 
Árbitro: José Manuel Ferreira. Amonestó al local Julio Calle y a los visitantes Santiago Vegas y Santiago Londoño.
 
Incidencias:  Partido correspondiente a la segunda jornada de Segunda Preferente. El jugador local Julio Calle resultó lastimado en uno de sus tobillos y tuvo que ser sustituido. 


 
Apenas media hora mantuvo el Rompeolas la compostura frente al Bar Estudiantil. Descompuesto por su fragilidad defensiva y desquiciado por su ceguera frente a la portería rival, el conjunto local se dio de bruces una y otra vez contra la frustración de desplegar un gran derroche físico, coleccionar un gran número de ocasiones y marcharse al descanso goleado por un adversario en racha que suma dos de dos y diez tantos a favor por sólo uno en contra.  
 
GOLES A FAVOR 10
GOLES EN CONTRA 1
Las molestias físicas de David Soriano y de José Manuel debilitaron el centro del campo del Rompeolas, que se vio ampliamente superado por el empuje de los cuatro integrantes de la parcela ancha del Estudiantil comandada por Camacho. 
Todavía asimilando el primer tanto de los visitantes, el desbarajuste que provocó el 0-2 hizo mucho daño en el ánimo de los locales. El saque precipitado de Dani Laparra, el control defectuoso de Ernesto… y otra vez el golpe implacable del líder. Ese nuevo mazazo, tan seguido, hundió el ánimo del Rompe, que encajó otros dos goles antes del descanso.
 
El discreto poder ofensivo del CD Porvenir en la primera jornada puede que ayudara a camuflar la consistencia defensiva de los de Torrero. El equipo tiene ánimo ofensivo y empuje, pero de momento el gatillo sigue encasquillado y le falta contundencia defensiva. 
 

El Athletic Rompeolas genera muchas ocasiones claras de gol, pero en dos jornadas aún no ha visto puerta
A la vuelta del vestuario, el Rompeolas hizo de tripas corazón y pasó a jugar con un 3-5-2, con Joaquín incrustado en el centro del campo, buscando al menos maquillar el resultado. El paso adelante dado encajonó en su propio campo a un ar Estudiantil, que, de todas formas, y dada la impericia local con el gol, se mostró cómodo administrando una renta más que suficiente y amenazando siempre al contragolpe.  
 
La entrada de un Posadas todavía en proceso de rodaje mejoró el juego de los locales aportando control, criterio en la salida de la pelota y desborde. A esa mejoría ya no pudo contribuir más David Soriano, que se resintió de una molestia muscular que viene arrastrando desde la primera jornada. En su lugar salió un tocado José Manuel, muy tocado por una patada por detrás no sancionada también del día del Porvenir. Pese a su limitación física, elevó el tono ofensivo del Rompeolas, pero no pudo contribuir a romper el maleficio con el gol.  
 
 

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