Athletic Rompeolas 2 Salva Incastri 5
Demasiados regalos para un Primera
El Athletic Rompeolas juega de tú a tú frente al Salva Incastri pero acaba derrotado víctima de sus propios errores

Posadas, de blanco, salta de cabeza intentando peinar el balón frente a la defensa con el brazo de Manu.
Athletic Rompeolas 2
Javi; David Orcajo (Mario, 40), Arrébola, David González, Sierra (José Antonio, 40), Pablo, Rober (Guille, 57), Julio (Joshua, 40), Joaquín, Héctor; Posadas.
Salva Incastri 5
Martínez; Escobar, Jorge de León (Santos), Manu, Sorin; Giménez, Grebanar (Mihai, 66), Pérez, Gheorghe (Ribera), Cosman; Vasile.
Goles: 0-1, min. 7: Vasile. 0-2, min 20: Giménez. 0-3, min. 21: Giménez. 1-3, min. 47: Posadas. 1-4, min. 64: Vasile. 2-4, min. 65: Guillermo. 2-5, min. 68: Gheorghe.
Árbitro: Javier Huera. Mostró cartulinas amarillas a los locales Arrébola y Guillermo y al visitante Manu.
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del torneo de Copa en su grupo segundo. La convocatoria del Rompeolas, con Jesús de nuevo al frente dada la ausencia de Kike, reunió a 18 jugadores, por lo que dos de ellos, Mario Marco y Dani, se quedaron sin vestir de corto. Ángel, que ocupó plaza en el banquillo, no llegó a saltar al terreno de juego. Al encuentro acudieron también Iñaki, que lució la nueva camiseta gris del club con el escudo bordado, así como Visiedo. Durante el choque, un jugador del Salva Incastri chutó a puerta muy desviado y el balón acabó colgado en el recinto de la torre de Telefónica. Mario Marco acudió a buscarlo pero le resultó imposible acceder al lugar. César Alierta o José María Álvarez-Pallete, nos debéis un balón.
GARCÍA TRAID. Los más aventurados en el seno del Rompeolas se quedaron con la miel en los labios tras finalizar la liga en cuarta posición, a un paso del ascenso a Primera Laboral. ¿Cómo será esa competición? ¿Tanta diferencia habrá? Así se cuestionaron durante semanas. Los más veteranos cuentan las excelencias de la categoría superior. Hablan de defensas musculosas que van sin recato al choque, de un ritmo elevado en la circulación de la pelota, de calidad técnica en todas las líneas, y de incluso algunos jugadores que han llegado a militar hasta en Segunda B… En suma, anuncian negros nubarrones para quien ose cruzar la frontera.
Pero nada arredra al Rompeolas de los peloteros. Cuando ellos bajan el balón al suelo y amasan la jugada con calidad, la diferencia de nivel se difumina. La clasificación no les dio el billete, pero ellos se sienten capacitados para reivindar un espacio con los mejores. Y la Copa, un torneo electrizante que enfrenta a conjuntos de ambas divisiones, invita a lanzarse al ataque y demostrar de lo que cada uno es capaz.
El buen sabor de boca que dejó el triunfo de la primera jornada frente al Salamero alimentó ese ansia por venirse arriba. Pero, por si todavía no estaba claro, el Salva Incastri, cuarto en Primera, le demostró al Athletic Rompeolas, cuarto en Segunda Preferente, que allí arriba, en las alturas, los errores se pagan bien caro.
Poco importó que el conjunto dirigido nuevamente por Jesús transmitiera buenas sensaciones en el inicio. Aquello parecía un duelo de tú a tú, pero en apenas 20 minutos tres pifias de los locales abrieron un socavón en el marcador y el choque pareció encaminarse sin retorno hacia un tanteo de escándalo.
El Rompe roza el gol y Joaquín se lleva las manos a la cabeza. No falla. Lo hace dos veces por partido.No se vino abajo el Rompeolas. En realidad, su fútbol seguía fluyendo, así que atacó cuanto pudo y demostró estar a la altura de su oponente en esa faceta del juego. Llevó el duelo a un intercambio de golpes con los tantos de Posadas y Guillermo hasta que dos nuevas cantadas atrás sepultaron las esperanzas de poner contra las cuerdas al Salva Incastri.
La historia pudo haber comenzado de manera distinta si el árbitro hubiese sancionado una mano dentro del área de Manu tras haberse arrojado al suelo para tapar el avance de Posadas. Pero en cambio se inclinó por la desgracia en el minuto 7, cuando David González, fiable donde los haya, se resbaló en el momento justo de cortar un envío a su espalda para Vasile, que quedó solo y, a placer, batió a Javi.
Quisieron reaccionar rápidamente los de blanco y negro mediante otra internada hasta la cocina de Posadas, que no encontró un rematador, pero de inmediato recibieron como respuesta otro contragolpe de Vasile. Secundarios al margen, parecía un duelo de arietes entre la potencia del depredador rumano y los malabarismos del delantero del Rompeolas. Quienes más los sufrían, sus marcadores respectivos, Arrébola y Manu, que se cargaron muy pronto con la cartulina amarilla.
Pero Javi pareció disconforme con esos personalismos y reclamó su espacio. Quizá por eso el centro chut lateral de Giménez, motor del Salva Incastri en el centro del campo, le pilló fuera de la portería y la asistencia se convirtió en gol directo.
Casi sin tiempo para digestión tan pesada, Giménez recibió libre de marcaje al borde del área y disparó sobre las manos gelatinosas de Javi, que no pudo evitar el 0-3. El arquero del Rompeolas no daba pie con bola y en un saque de puerta defectuso dejó en bandeja el cuarto al extremo Gheorghe, pero éste no supo resolver con acierto.
Otro equipo se habría desatado directamente los cordones de las botas y habría capeado el temporal deambulando por el campo, pero el Athletic Rompeolas no ha terminado cuarto clasificado precisamente por eso, ni llevaba 8 partidos consecutivos sin perder, 7 de liga y 1 de copa.
El derroche físico de Rober, acompañado por su habilidad para conservar la pelota, y la fuerza de Pablo como escudero decantaron muchos de los duelos vividos en el centro del campo. Eso mantuvo las conexiones con la zona de ataque, donde Héctor y Posadas se bastaban para sembrar la incertidumbre en la experimentada zaga rojinegra. Sería el primer partido de Manu con la elástica del Incastri, como apuntó después Sorin, pero en todo caso no se apreció falta de entendimiento.
Tras un saque de banda cercano al área visitante cocinado a fuego lento por Héctor, Joaquín remató de primeras y el balón botó en el larguero antes de irse fuera.
Un meneo necesario
Pese al buen tono en ataque, a Jesús nadie le quitaba el disgusto de los tres chicharros encajados, así que en el descanso no se anduvo con chiquitas y le dio un meneo al equipo: Tres cambios de tacada. Si en la previa, viendo la nutrida convocatoria, había entregado al árbitro las fichas sin el archivador, como una baraja de naipes, ahora pegaba un tajo al equipo esperando que brotaran nuevos bríos para seguir en el empeño de sorprender al Salva Incastri: David Orcajo, Sierra y Julio, fuera. José Antonio, Mario y el debutante Joshua, dentro.
En el primer minuto tras la reanudación pudo acabar la historia. El Salva Incastri desbordó a la zaga local y, cuando Cosman se disponía a rematar ya dentro del área, recibió un empujón por detrás. Una infracción que quedó impune.
En la siguiente acción, el error fue de la zaga rojinegra, que la pifió en la hasta entonces aseada salida del balón. Posadas y Héctor conectaron cerca de la frontal y encontraron a Joshua como nueva referencia atacante. Éste, en una de sus primeras intervenciones, se dio la vuelta y asistió a Posadas, que remató a la red con toda la tranquilidad del mundo, 1-3.

Posadas, al fondo, recoge el balón de la red tras lograr el 1-3 ante la incomprensión del Salva Incastri.
El gol cargó de razones al Rompeolas para persistir en su empeño, al que se sumó Guille en lugar de un ya desfondado Rober. Posadas apuró la línea de fondo tras irse de dos defensores y tras recortar hacia dentro para acomodarse el balón a su pierna derecha, chutó sobre el cuerpo de Martínez. Luego Joaquín enganchó una volea cerca del área que se marchó cerca de la escuadra izquierda del portal de Martínez y otra vez Posadas volvió a hacer diabluras dentro del área. La salva de disparos cesó momentáneamente con un chut de Guille desde la frontal.
Eran argumentos suficientes para pensar en un final de partido apretado. El Rompeolas seguía rondando el segundo gol y la defensa del Incastri sufría cada vez que Posadas recibía la pelota.
Posadas, el escapista
Nadie desborda tan fácil a cámara lenta. Sólo él. Recibe el esférico, atrae a varios defensas, baja la cabeza y escapa por donde parece imposible salir con el balón atado a las botas. Bien es cierto que muchos días habría que sacar dos esféricos para que los demás también pudiesen jugar y que luego en la definición no se muestra igual de certero, pero él solo es capaz de fabricar una jugada de gol y resolver un partido. Al paso.
Por eso su número de teléfono aparece ya en varias agendas de equipos de superior categoría y por eso también es un privilegio que permanezca en el Rompeolas, donde es alabado y al mismo tiempo motivado con puyas inmisericordes.
La influencia de Posadas no bastó para terminar de acercar al Rompeolas en el marcador. El Salva Incastri no se quedó de brazos cruzados y buscó los contragolpes para sentenciar. Vasile desbordó por la izquierda y Arrébola se vio forzado a derribarlo con descaro. Era la segunda amarilla, pero el árbitro se la perdonó.
Quien no mostró piedad fue otra vez Vasile, atento a cualquier debilidad del rival. Javi sacó de puerta defectuoso y Mario tuvo serias dificultades para llegar al despeje de urgencia. El ariete rumano acechaba relamiéndose. Agarró el balón, se marchó de Arrébola, regateó a Javi y la empujó a la red con media portería tapada por David González.
El duelo de puntales seguía dando sus frutos. Un minuto después, otra combinación en un palmo de terreno entre Posadas y Héctor encontró a Guillermo al borde del área en una posición franca para el chut y el animoso centrocampista de Binéfar no lo desaprovechó, 2-4.
El partido ya estaba descontrolado y los contragolpes de ambos conjuntos se sucedían. En un envío en largo a la espalda de los centrales del Rompeolas, Javi salió muy blando a despejar y Vasile se quedó la pelota de espaldas a portería. El portero, de morado penitente, lo agarró por detrás y perreó lo que pudo hasta que Gheorghe terminó con el esperpento enviando la pelota a la red con una certera volea que entró por una escuadra, 2-5.
Dea hí, al final, Posadas envío un balón al palo tras escaparse en velocidad, sí, en velocidad de los defensores del Incastri y en la otra portería, hasta cinco rojinegros fueron incapaces de resolver delante de Javi porque Arrébola acabó sacando la pelota en la misma línea de gol.