Athletic Rompeolas 1 La Tasquilla de Ramona y Vicente 2

Cegados por el brillo del pasado

El Athletic Rompeolas cae en el tiempo añadido frente a La Tasquilla tras desperdiciar el 1-0 de Héctor y perdonar la sentencia

Los de Kike completan una preocupante primera vuelta con 10 puntos, ninguno de ellos sumados como local

    

David González se lanza al suelo para cortar centro del área el avance de Ebrima Kanteh, apodado ‘Benze’

 

Athletic Rompeolas                          1 

Pablo; Ernesto (Kike, 60), David González, José Antonio, Sierra; Juan, Rober, Coke (Jordi, 40), Héctor; Posadas, Dani (Guillermo, 56).

 

La Tasquilla de Ramona y Vicente  2

Javier Calvo; José Fernández (Gbenga Adebayo, 60), Raúl Moros, Aitor Campos (Samuel Moreno, 14), Carlos Argudo; Adrián Bujalance, Francisco Cuesta, David Martín (José Bujalance, 81), Jorge Brizuela (Luis Catalina, 76); Pedro Rivas, David Hueto (Ebrima Kanteh, 40).

 

Goles: 1-0, min. 10: Héctor. 1-1,min. 55: David Martín. 1-2, min. 81: Pedro Rivas.

Árbitro: José Manuel Ferreira. Mostró cartulinas amarillas a los locales Guillermo y Rober y al visitante Adrián Bujalance.

Incidencias: Partido correspondiente a la última jornada de la primera vuelta de la Segunda Preferente de fútbol laboral de Zaragoza. Mañana fría y húmeda. Llovió durante el primer tiempo casi de forma ininterrumpida. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento el pasado 31 de diciembre del presidente de la AD Huérmeda. En el Athletic Rompeolas debutó con el dorsal 6 a la espalda Jordi, refuerzo del mercado de invierno que comienza así su segunda etapa en el equipo. La convocatoria la completaron Mario Marco y Ángel, que no llegaron a saltar al terreno de juego. Entre el público asistente hubo una animosa representación de seguidores de La Tasquilla. Justo después del 1-2, un jugador no identificado de La Tasquilla que en ese momento estaba disputando el partido, de un zapatazo, envió fuera del recinto el balón, propiedad del Athletic Rompeolas, con el que se estaba jugando. Un balón que posteriormente ya no se pudo localizar.

 

GARCÍA TRAID. Bastó echar un vistazo a la alineación titular y luego al banquillo para perder el sentido de la realidad. El Athletic Rompeolas, colista durante casi toda la primera vuelta ya concluida, comenzó 2018 como si la angustia no fuera con él. Como si la lluvia que en ese momento caía sobre el García Traid -qué fin de semana de lluvia, por fin-, no le calara.

Una convocatoria nutrida y repleta de jugones que evocaba tiempos mejores sirvió de acicate para que los blanquinegros se viniesen arriba desde el principio frente a La Tasquilla de Ramona y Vicente, un rival situado hasta entonces cinco puntos por encima que se vio sorprendido por el empuje de los locales.

Los blanquinegros golpearon primero por medio de Héctor. Dieron buena impresión y mantuvieron su ventaja hasta el descanso. Luego perdieron definitivamente el centro del campo, aunque acumularon ocasiones suficientes para haber ampliado su ventaja. No acertaron en ninguna de ellas y vieron cómo llegaba el empate fruto de su debilidad defensiva. Perdonaron nuevamente con 1-1 y en el tiempo añadido acabaron derrotados de forma lastimosa. Pillados al contragolpe y con una defensa cabaretera. No fueron capaces ni de retener al menos un punto.

Un pozo en el García Traid

Antes de salir al verde, el Athletic Rompeolas se miró en el espejo y se vio un equipo atractivo. Juan y Rober en el centro del campo. El regreso de Coke tras su lesión muscular en diciembre. La presencia de Héctor en la banda izquierda. Posadas y Dani, pichichi del equipo, en ataque. Y, en el banquillo, la resurrección de Guillermo y el regreso de Jordi. No parecía haber motivos para seguir anclados en el presente. Mejor volar al pasado, a los tiempos en los que el balón circulaba por el verde y besaba con frecuencia las mallas de los rivales.

Nada más comenzar, una colada de Héctor por el costado izquierdo brindó a Dani una inmejorable ocasión para haber abierto el marcador: dentro del área pequeña, libre de marca y con el portero rectificando la posición desde el primer palo, el pichichi del Rompeolas evidenció no haber despertado aún, pues, con todo a favor, remató devolviendo el envío a su compañero apostado en la banda.

La imagen es defectuosa, pero no más que el remate del delantero del Rompeolas. El balón se marcha por donde vino. 

Poco importó la pifia. A los diez minutos, David González, que a cada jornada que pasa se agiganta más y más en la posición de central, sacó en corto una falta en el centro del campo para José Antonio. Éste avanzó unos metros y chuthutando a puerta por si sonaba la flauta. Sonó a su manera. El portero de La Tasquilla repelió de puños y el esférico acabó llegando a Héctor, que con su pierna zurda fusiló el 1-0 en el marcador.

La presión adelantada del centro del campo local provocó el desbarajuste defensivo en la Tasquilla. Tras otro robo cerca de la frontal, Posadas avanzó hasta perfilarse para el disparo y en el último momento recibió una tarascada que sonó casi tanto como la bronca del capo de la defensa Raúl Moros a sus compañeros.

Poco después, el atacante más activo del Rompeolas volvió a recibir de espaldas, se dio la vuelta como quiso y con su pierna izquierda puso a prueba los reflejos de Javier Calvo, que, atento, desvió con un puño a saque de esquina. De los visitantes apenas hubo noticias relevantes en el área de Pablo. Únicamente un disparo bombeado desde la frontal de su delantero Pedro Rivas y varios envíos aéreos a los que el portero local respondió seguro.

Juan trata de salir de la presión de un adversario en el centro del campo en presencia del árbitro.

Pese a ello, durante los últimos minutos se esbozó lo que luego sería una constante durante el segundo tiempo. La Tasquilla de Ramona y Vicente se apoderó del centro del campo y se dejó ver con más frecuencia en el área adversaria. Rober y Juan ya se veían en minoría en la parcela ancha y para colmo Coke se veía muy limitado. Sus recientes problemas musculares seguían ahí y en en intermedio se quedó en la caseta.

 

David González parece desplegar sus alas para imponer su ley en defensa.

Pero no pasaba nada. En su lugar salió Jordi, fichaje de invierno que ha regresado al Rompeolas para volver a desenfundar su preciada zurda. Se colocó en el costado derecho y sufrió cierta desconexión con sus compañeros, que miraron a todas partes menos a su banda. Acabó marchándose al centro, tendencia natural en su juego, en busca de mayor protagonismo.

En uno de sus movimientos anárquicos, el Athletic Rompeolas pudo haber abierto una brecha considerable, pero el árbitro de la contienda, hasta entonces casi desapercibido, con lo que suele ser él, destapó su famoso tarro de las esencias. Jordi recogió el balón en el centro del campo y metió a Dani un pase raso en profundidad a la espalda de la adelantada zaga de La Tasquilla. El árbitro no puso pega a la posición de partida del ariete local, discutible cuando menos. Dani apuró su carrera, superó la salida desesperada del portero Javier Calvo y, a la altura del área pequeña, dejó en bandeja el tanto a Posadas, por detrás del balón como bien puede apreciarse en la imagen, y  éste sólo tuvo que empujar a la red.

Dani ya ha superado al portero y da el pase a Posadas, situado por detrás del balón. El árbitro anuló el gol.

Entonces el árbitro Ferreira sorprendió a propios y extraños señalando fuera de juego de Posadas. Bien mirado, tiene un mérito tremendo, porque bien pudo cometer dos errores de bulto en la misma jugada.

El árbitro anota una amarilla a Guillermo por protestar la anulación del gol, mientas Posadas y Kike le piden explicaciones.

La discusión y los comentarios continuaron, pero el daño ya estaba hecho. Entre tanto, comenzaba a cobrar protagonismo el dorsal 17 de La Tasquilla, Ebrima Kanteh, apodado por los suyos ‘Benze’. El paso adelante dado por el conjunto amarillo se sostuvo en apariciones como la suya. Incisivo en ataque, primero olfateó a los dos centrales en busca de debilidades (sirva de ejemplo la intervención in extremis de David González cortando el avance del delantero rival, instante que ilustra esta crónica, cuando éste ya se había merendado a dos zagueros del Rompe). Y muy pronto volcó sus arremetidas por el costado izquierdo emparejándose con Ernesto. Reaccionó tarde el conjunto de Kike, cuando el empate ya era un hecho. Éste llegó en el minuto 55, tras un balón suelto que Kanteh recogió dentro del área, se dio la vuelta con total impunidad y apuró la línea de fondo hasta deshacerse de su defensor. Entonces asistió a su compañero David Martín, que en el segundo palo y, libre de marcaje, empujó el balón a placer, 1-1.

 

Rivas, delantero de La Tasquilla de Ramona y Vicente, se estira dentro del área pero no llega a conectar el remate.

Ese revés dejó al Athletic Rompeolas a la deriva entre dos aguas. Por un lado quería mantener esas ínfulas del pasado, la del equipo capaz de hacer un roto a su rival en cualquier momento. Pero, al mismo tiempo, quedaba en evidencia en defensa con cada acometida de La Tasquilla. En medio de esas pulsiones, su centro del campo tapaba como podía los huecos que ya eran boquetes.

Y a veces, las complicaciones llegaban por meterse en el jardín de intentar cortar en defensa bajando al mismo tiempo el balón al suelo, como les ocurrió a Sierra y David González, quienes pusieron de todo en un puño regalando la posesión a los atacantes rivales por errar en su osadía.

Salió Guillermo en lugar de Dani y Posadas quedó como referencia atacante. El cambio pudo haber equilibrado las fuerzas del Rompeolas en el centro del campo, pero el juego entonces ya era de ida y vuelta. Con la variación acabó, además, la coartada local (ficticia en tantas ocasiones) de buscar algo de provecho enviando balones en largo. Los proyectiles siguieron silbando por el aire, pero ya nadie hacía mención de ir a por ellos. Al momento el propio Kike relevó a un superado Ernesto.

La Tasquilla de Ramona y Vicente siguió estirándose buscando la remontada y en un centro con rosca de Gbenga Adebayo, un roble de ébano que se colocó de lateral izquierdo para tapar las internadas de Jordi, Pedro Rivas estuvo a punto de conectar el remate dentro del área.

Pablo sale a por todas para despejar un balón colgado ante la presencia amenazante de ‘Benze’.

El Rompeolas ya no llegaba al otro área como un equipo, pero sí lo hacía a base de arrebatos y acciones individuales. Héctor, primero con un disparo demasiado forzado y luego, tras jugada individual de Posadas, con un centro pasado al que no llegó Rober, sembró dudas en la zaga visitante y anunció la que después sería una clarísima ocasión para haber logrado el 2-1: Jordi le robó la cartera a Gbenga Adebayo dentro del área de La Tasquilla con su clásico toque de puntera entre las piernas del rival y le pasó el esférico a Héctor, que volvió a purgar su pecado de no haberle dado más oportunidades en la vida a su pierna diestra. Controló para cambiarse el balón de pierna y en ese rápido quiebro perdió la perspectiva y su disparo se fue ajustado al palo, pero fuera.

Héctor, por los suelos, tras rematar muy cerca del palo.

Y no fue la última gran ocasión del Rompeolas para haber rematado el triunfo. Un robo de Héctor en la presión acabó permitiendo llevar el balón hasta la frontal del área, donde apareció Posadas. El atacante del Rompeolas ensayó el disparo pero no encontró portería pese a que el portero de La Tasquilla hizo todo menos tapar la portería.

El disparo de David Posadas no encontró portería.

Indultado sobradamente el morlaco, éste se revolvió y se llevó por delante el poco talento de un torero ensimismado en tardes de gloria pasadas. El Athletic Rompeolas, 10 puntos de 36 hasta este partido, no supo al menos conservar lo que tenía entre manos, que es lo mismo que no saber por dónde le da el aire.

Un envío aéreo de La Tasquilla hacia el costado izquierdo desnudó por alto a Kike y dejó una autopista de varios carriles a Kanteh para que volviera a apurar la línea de meta y otra vez centrase atrás. Allí llegó Rivas, que en el último momento fue entorpecido por José Antonio, lo que evitó el desastre. Sólo fue un petardo antes de la traca final.

Esta llegó en tiempo de añadido. Tras una aventura en solitario de Jordi, La Tasquilla lanzó un contragolpe fulminante que de forma lamentable pilló descompuesto al Rompeolas. Cuatro defensas, adelantados en línea y sin ayudas de sus compañeros,  a merced de un pelotazo. Kanteh prolongó el balón a la espalda de José Antonio y éste, que hacía un momento acababa casi de sacar del campo al 17 de la Tasquilla con un empentón    totalmente desproporcionado e innecesario, ahora se dejaba robar la merienda consintiendo que Rivas se diese la vuelta y se escapase hasta superar por alto a Pablo. Ya no había remedio, 1-2. Séptima derrota en siete partidos en el García Traid. Otra ocasión perdida para no irse de vacío. Porque para salvarse cada punto cuenta.

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